La trampa de Andrés Manuel para Oaxaca: Moisés MOLINA

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En la semana circuló profusamente una encuesta presuntamente filtrada desde la Presidencia de la República sobre las campañas a Senador y diputados federales en todos los estados del país, levantada entre el 2 y el 4 de mayo pasados, utilizando un muestreo aleatorio simple, teniendo como base las secciones electorales, con un margen de error de +/- 4% y un nivel de confianza de alrededor del 95%.

Para el caso de Oaxaca, como común denominador se deja ver una reñida competencia entre los candidatos de López Obrador y los de la coalición que encabeza el PRI. El frente PAN-PRD-MC está desfondado.

Rumbo al Senado, se deja ver prácticamente un empate técnico entre Susana Harp (con el 32.24% y Raúl Bolaños Cacho Cué (con el 28.11%), dado el gran porcentaje de votantes indecisos que va más allá del 19%.

Estamos prácticamente a la mitad de la campaña y el papel de los indecisos será clave.

¿A quién le dará su voto esta franja tan abultada de los electores?

Centrémonos en el Senado.

El primero de los grandes retos es moverlos a las urnas. ¿Cómo? Con propuestas y planteamientos dignos de ser tomados en cuenta. Una oferta política seria y responsable, pero sobre todo asequible.

Los candidatos habrán de convencer a los indecisos de que la suya es la mejor propuesta, la más viable, la más creíble, la más responsable.

Y es que la naturaleza de la gran mayoría de los votantes volátiles es su independencia. No los ata al candidato un vínculo familiar, de militancia, emocional o laboral. Son electores libres que pueden decidir en el momento entre ir a votar o no; y algunos podrían incluso asistir a las urnas pero para invalidar su voto.

Dejo aquí algunas consideraciones personales para la hora de ir a votar con la conciencia y la convicción de que el voto es libre y secreto pero de que ese voto debe ser útil en nuestra actual encrucijada. ¿Útil a qué o a quién? A la sociedad, a la comunidad política.

Si hemos de elegir entre alguna de las dos opciones punteras habrá que pensar en esto que probablemente usted –amable lector- no había tomado en cuenta:

Podrá usted pensar que la elección es tan sencilla como votar por Susana o por Raúl. Pero al hacerlo, implícitamente estará usted votando por Salomón Jara o por Sofía Castro.

Sin entrar a una exégesis histórica ni perdernos entre el diario de los debates del constituyente, habré de decir que nuestro sistema electoral presenta, hoy en día, una trampa para los votantes tratándose de la elección al Senado de la República.

De modo que si usted está decidido o decidida a votar por Susana Harp y ella gana, en automático, Salomón Jara será también senador.

¿Por qué no puso López Obrador a Salomón en el primer lugar de la fórmula al Senado y en segundo a Susana? Bien que mal Susana es una dama respetable que nunca había hecho política, limpia y cuya única debilidad es hacer de su campaña una gira de conciertos. Es natural; la música es su pasión.

¿Por qué Susana aceptó el riesgo de llevar como compañero de fórmula a un personaje tan cuestionado como Salomón Jara a quien la ex contralora y hoy también candidata al Senado Perla Woolrich señaló recientemente de robarse mil 200 millones de pesos en su paso por SEDAPA durante el gobierno de Gabino Cue? Dijo que todo está documentado.

Si es cierto, como lo dijo Doña Perla, que Salomón robó todo ese dinero para mantener a López Obrador resulta lógico.

En MORENA Andrés propone y Andrés dispone y dispuso que su oaxaqueño consentido, a quien hizo candidato a la gubernatura en 2016, tiene que ser Senador para tener impunidad y ello sería imposible si lo hubiese puesto en el lugar que hoy ocupa Susana.

Salomón podría llegar al Senado, colgado de la imagen de Susana y parece que esto ha encendido en muchos oaxaqueños las señales de alerta.

Cada voto para Susana es un voto para Salomón.

Si Susana llegara a quedar en el segundo lugar en la contienda, entra al Senado solamente ella por la llamada “primera minoría” y Salomón quedaría fuera.

Si en esta elección padecimos la candidatura a gobernador de uno de los funcionarios más señalados por corrupción en el sexenio de Gabino Cué, imagínese usted tenerlo como Senador de la República.

Si de Andrés Manuel se decía que era un peligro para México, sin duda alguna podría decirse que Salomón Jara es un peligro, una amenaza latente para Oaxaca y los Oaxaqueños.

Si dejamos que nuestra inconsciencia y nuestro temperamento electoral sigan empoderando a exponentes de una clase política corrupta, estaremos construyendo los cimientos de nuestra propia desgracia.

@MoisesMolina