La paradoja del mentiroso: Luis Octavio Murat

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“El amor y paz” de Andrés Lopez se repite una y otra vez. Así lo hizo cuando mordió el anzuelo al ser  interrogado sobre el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM).

La insistencia del candidato para cancelar la obra, dio pie a que se abriera un amplio debate entre los sectores productivos del país, los candidatos a la presidencia y los medios de comunicación.

Sin exagerar, las posiciones enfrentaron a inversionistas, financieros, constructores, comentaristas, académicos y expertos en el rubro aeroportuario. Sectores que se expresaron en contra de la posición de Andrés López, en el sentido de cancelar la obra, en caso de ganar la elección.

Todo un caso, que dio pie a un desgaste innecesario del contendiente cuando marchaba sin obstáculos serios en  su campaña electoral.

Sin embargo, los adversarios encontraron que el “Talón de Aquiles” del tabasqueño es el nuevo aeropuerto. Su afán por demostrar, que como presidente será austero, ahorrativo; no gastar, todo chiquito, no a la modernidad y tecnología cara, solo austeridad juarísta.

Ya lo dijo, quiere revivir los tiempos del Presidente Juárez cuando cargaba a la República sobre su espalda para protegerla de los adversarios. Pero de las palabras a los hechos siempre existe un amplio margen, por ejemplo, el tabasqueño ya dio marcha atrás en algunas de sus declaraciones al rectificar que mejor no vivirá en Palacio Nacional como lo hizo Don Benito. Es frío, requiere de muchos arreglos y sería muy costoso. Mejor vivir en mi departamento, (no especificó si se trata el de Copilco u otro no declarado).  Tampoco usaré los servicios del Estado Mayor Presidencial, no los necesito, el pueblo me protege, aseguró el hombre de Macuspana. Tampoco usaré el avión presidencial, es muy caro, lo voy a vender, se lo ofreceré a Trump, aseguró.

No satisfecho con las  inviables promesas populistas, se lanzó contra el Nuevo Aeropuerto Internacional y fue cuando la gota derramo el vaso armandose la escandalera que crece como espuma al estar alimentada por ambas partes: una, por la terquedad de “ya sabes quien” y la otra: porque se dieron cuenta que el diferendo movió la apreciación del voto en algunas encuestas como la publicada en el Reforma que posesionó a Ricardo Anaya a la cabeza de las preferencias de mil 500 estudiantes universitarios encuestados en Universidades de Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara,  colocando a López Obrador en segundo lugar, Meade no se movió del tercero.

Se consultó también de cual sería el partido por el que nunca votarían; resultando empatados el PRI y Morena con un 39%, en tanto que el PRD se colocó en el tercer lugar con un 7% y, el PAN y el PVEM aparecieron en cuarto sitio.

Otra promesa que cambió en los hechos fue el haber viajado en un avión privado escoltado por Marcelo Ebrard y Alfonso Durazo, cuando había afirmado que solo viajaría en aviones comerciales.

En fin, poco a poco, Don Andrés va descubriendo al verdadero Andrés López, al populista que usa la mentira una y mil veces para convertirla en falsa verdad, o en la paradoja del mentiroso.

Las opiniones van y vienen y se las lleva el viento, otras quedan y hacen su efecto, los debates se multiplican.

La mayor parte de los grupos con influencia política, económica y académica se han expresado, no así la mayor parte de gobernadores en funciones.

Ellos han guardado cautela, no se expresan a fondo, salvo algunos que gobiernan estados como el de Michoacán y el de Sinaloa, que por cierto, ha logrado rescatar los atractivos naturales del estado, a través de la promoción adecuada del turismo, como sucedió en Mazatlán, convertido en paradisiaco lugar de playa y en donde hace se realizó el Tianguis Turístico con asistencia de 19 gobernadores que no opinaron sobre el Nuevo Aeropuerto.

Acciones como la de Mazatlán, están impulsando a México a ser más un importante receptor de turistas, como se registró en el 2017 cuando el país recibió a casi 40 millones de visitantes y un ingreso de divisas de más de 21 mil millones de dólares.

Un país con este avance turístico requiere de instalaciones modernas, de instalaciones de punta, de gente preparada al 100%, a fin de alcanzar el escalón del pleno desarrollo por lo que se requieren gobernantes con visión de futuro, que antepongan los intereses del estado sobre los propios; como debería suceder en Oaxaca, estado que se debate en la inseguridad, en la violencia, en el deficiente funcionamiento de la infraestructura y en la corrupción de importados funcionarios gubernamentales que no conocen al estado que desaprovechan la inmensa riqueza que la naturaleza regaló a Oaxaca: playas, arqueología, gastronomía y la creatividad de su gente.

Los tiempos de lo chiquito, de lo diminuto, de lo poquito deben superarse porque son tiempos de pensar en grande, de no dilapidar, de no robar y de no usar las paradojas mentirosas para engañar a la nación.

@luis_murat

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