La medalla: Luis Octavio Murat

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luis-ocavioEn tiempos aciagos de la educación refiero esta entrega a los alumnos que inician sus estudios primarios y secundarios en las escuelas del sistema educativo mexicano, las cuales han sido objeto del descuido, maltrato y violencia, tanto por los profesores radicales, como, hasta hace poco tiempo, la tolerancia e impunidad de las autoridades en Chiapas, Oaxaca, Baja California, Guerrero y Michoacán.

Es por ese motivo, que al desaparecer la materia de civismo en la educación básica, me asalta la duda de que en el actual programa escolar les enseñen quienes han sido los forjadores de México a través del tiempo hoy convertido en historia; si no es así, mejor. Sin embargo, nunca sobran datos que algún día deben recordarse.

Les cuento, en la esquina de periférico y Tlalpan, en la Ciudad de México, pregunté a un menor que vende chicles y pide limosna: si estaba en la escuela. Con su cara morena tostada por el sol, levantó la mano para recibir la moneda que le ofrecía. ¡Si! contesto, con esa sonrisa que hacen a los niños maravillosos.

¿Cómo se llama tu escuela? Pregunte, calculando que tenía tiempo para oír la respuesta antes que cambiara a verde la luz del semáforo. “Lic. Benito Juárez”, me contestó, seguro de lo que decía. Bueno, estudia mucho para que algún día seas como él. La luz verde y los claxonazos de los automovilistas cortaron nuestro dialogo histórico y la sonrisa de inocencia quedó grabada en mi memoria.

Como este niño hay millones en nuestro país que van o no a la escuela y que los colocan en las esquinas de las calles a pedir limosna y producir para quien los usa, sean padres o explotadores.

Para ellos, los inocentes, este escrito.

Hubo un chiapaneco muy valiente, estudió la primaria y la secundaria en Chiapas, después se recibió de médico y se fue a Europa para especializarse como doctor.

Cuando regresó a México, en 1904, fundó un periódico llamado El Vate; luego fue presidente municipal de Comitán su pueblo y más tarde fue senador de la República.

En el Senado, frente a todos los senadores de la República, Belisario Domínguez, iba a leer un discurso denunciando al usurpador Victoriano Huerta, quien había asesinado al presidente constitucional Francisco I. Madero y luego se apoderó de la presidencia de México.

Pero, sucedió que Belisario Domínguez fue descubierto y no pudo leer su discurso por lo que decidió sacar copias del escrito y repartirlas entre todos los senadores.

El discurso acusaba al usurpador, Victoriano Huerta, de asesino y alcohólico, motivos por los que pedía su renuncia al cargo arrebatado. Eso fue suficiente para que fuera aprehendido en su habitación del Hotel Jardín de la Ciudad de México y trasladado a la municipalidad de Coyoacán. Ahí, lo torturaron, le cortaron la lengua y luego le quitaron la vida.

A este hombre valiente y honesto, México lo reconoció como héroe por su valor, honestidad y pensamiento liberal. Para honrarlo, en el año de 1953, se instituyó una medalla de honor que lleva su nombre y que cada año se entrega a quien haya realizado méritos suficientes en el campo de las “ciencias o virtudes en grado inminente” como servidores de nuestra patria o de la humanidad.

Cada año, el Senado de la República emite una convocatoria para que se registren los candidatos a merecerla. Este año la Medalla Belisario Domínguez 2016 está por entregarse. Confiamos en que sea concedida a quien la merezca y no por turnos partidistas.

Este año 2016, hay varias personas que merecen recibirla como son los casos de Gonzalo Miguel Rivas Cámara, aquel ingeniero empleado de una gasolinera de Ayotzinapa, Guerrero, quien ofrendando su vida apago las bombas de la gasolinera Eva II con un extinguidor, que habían sido incendiadas por estudiantes normalistas. De esa forma, impidió la explosión de los tanques subterráneos de la gasolinera. Desgraciadamente, él no pudo escapar de las llamas y murió a consecuencia de las graves quemaduras sufridas días después del atentado. Con este acto de valor salvo a cientos de vidas a cambio de la suya.

Los soldados asesinados y heridos en Badiraguato, Sinaloa, son otro ejemplo al valor y al patriotismo. Cinco murieron y 10 de ellos están en el hospital curándose de las graves heridas sufridas en combate contra el narcotráfico.

Tanto el ingeniero Miguel Rivas Cámara, como los militares asesinados y heridos en Sinaloa, son ejemplos de valor y de honor indiscutible. México esta honrando al ejército.

Ahora le toca al Senado de la República otorgar Post Mortem la Medalla Belisario Domínguez a Miguel Rivas Cámara, hasta ahora olvidado, por lo que México está en deuda con un ciudadano ejemplar.

Creo pues, que ejemplos como estos deben ser conocidos por la infancia a la que se le ha negado una amplia y avanzada educación, principalmente por delincuentes metidos a profesores.

Pero confiemos en que será la generación que ahora se inicia, la que haga posible la educación integral avanzada utilizando plenamente la Reforma Educativa.

Posiblemente toque a ellos llevar la educación básica al lugar de la excelencia a escuelas como la “Lic. Benito Juárez” del niño del semáforo.

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