La importancia de las redes sociales: Mario Arturo Mendoza Flores

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En la actualidad, internet se ha convertido en un instrumento básico para la difusión de ideas, noticias e incluso para la promoción pública de quienes aspiran a ocupar un puesto de elección popular. Suficiente con recordar que el uso de las redes sociales cambió radicalmente la forma de hacer política en los Estados Unidos, convirtiéndose en un mecanismo ágil, lo mismo para obtener financiamiento para los candidatos, que para proyectar la imagen  –-buena o mala– de los mismos. Face Book y Twitter se han convertido en        una herramienta básica para dar a conocer actividades, proyectos, imágenes y hasta “errores” de quienes están ante el escrutinio de sus posibles electores. De ahí la importancia que en los últimos meses han adquirido dichas redes a grado tal que para muchos se han convertido en un catalizador de la popularidad o del rechazo de quien la ostenta.

        

Quizá en México el término “tuitear” no sea aún tan popular dado los mecanismos para su operación que generalmente demanda de un teléfono celular con ciertas características o de un equipo con sistema de “banda ancha móvil” para estar en permanente comunicación con el mundo “virtual”. Sin embargo es en un sector determinante electoralmente hablando, donde su uso común se hace casi obligatorio: los jóvenes. De ahí que muchos consideremos que en los tiempos que corren y con los avances tecnológicos, nunca antes se había conocido una herramienta tan favorable a la participación ciudadana y a la democracia directa. Pues está comprobado que esa lejanía que anteriormente se registraba entre el gobernante y sus gobernados, con el uso de las redes sociales se ha visto considerablemente reducido, a grado tal de tener la percepción que ahora se conoce más sobre quienes aspiran a obtener nuestro voto, con todo y el riesgo que ello implica.

 

Como suele suceder, la difusión de los errores de los involucrados suelen ser de mayor impacto que los propios logros que tanto se esmeran en mencionar y en  posicionar; quizá el ejemplo más reciente y claro lo tengamos con el desliz que tuviera el precandidato del Partido Revolucionario Institucional en la Feria Internacional del Libro, cuando un reportero le preguntó sobre cuáles son los 3 libros que le habían marcado, respuestas que por cierto fueron incorrectas, lo que reflejó su falta de lectura, lo que de inmediato derivó en una saturación de las redes sociales haciendo escarnio de tal situación, mismo que a la postre se ha estimado tuvo un costo del 10 % de reducción en la preferencial electoral que hasta ese momento registraba Enrique Peña. Aunque debo decirlo con toda claridad, hay quienes sostienen que la propaganda mientras sea buena o sea mala, cumple con su propósito, razón por la que habría de preguntarnos ¿cuál sería un mecanismo eficiente para evaluar si las redes benefician o perjudican a tal o cual candidato?

 

Hay quienes piensan que el número de seguidores puede ser una primera referencia, ¿pero que tan exacta puede ser? cuando precisamente por esa razón, los propios asesores de imagen del candidato se encargan de crear cuentas ficticias con el único propósito de alabar, de retuitear y de defender a quien les patrocina su cuenta. Se ha llegado a proyectar que si las cuentas de twitter se tomaran como votos potenciales, quien así lo hiciera se llevaría una desagradable sorpresa al momento del conteo, pues de cada 10 seguidores al menos el 40 por ciento son de gente que sólo “vigila” las acciones del candidato, son cuentas para engrosar su cifra de seguidores o simplemente son cuentas ficticias creadas para fines ya sea de defensa o ya de ataque.

 

¿Entonces es el número de mensajes enviados?  ¡Tampoco! Está visto que quien tuitea sin una estrategia definida, tiene la posibilidad de incurrir en errores de diversa índole, desde el ortográfico, hasta de contenido. Por ejemplo el pésame adelantado que dio el Presidente Felipe Calderón por la supuesta muerte de Miguel de la Madrid o qué decir de las trivialidades que comparten algunos candidatos. Lo que el ciudadano busca es información que le permita tener una percepción más exacta de qué es lo que propone el candidato con el propósito de ir definiendo su voto. Lo cierto es que hoy en día, casi ningún candidato maneja en forma personal su twitter o Face Book, razón por la que han contratando especialistas en la materia que les ayuden al menos sostener una imagen aceptable entre sus seguidores. La contraparte a tal opción es que el ciudadano percibe desinterés hacia su persona cuando busca interactuar u obtener información de alguno de ellos; por lo que quien tenga twitter y no lo atienda, mejor que lo venda.

 

Sin embargo no hay que soslayar, que las redes sociales no son motivo de supervisión, ni de restricción de tiempos por parte del Órgano Electoral correspondiente, lo que permite difundir sin más límite que la imaginación lo que cualquiera de los candidatos o sus afines quiera que se dé a conocer, insisto, con los pros y con los contras que tal actividad conlleva. De ahí que la invitación y motivación  para que sus seguidores difundan sus actividades y su información sea quizá el principal reto de cada uno de ellos. La elección del 2012 será totalmente distinta a cualquier otra de la que tengamos memoria, razón por la que la importancia de las redes sociales será determinante no sólo para perfilar a quien pudiera ser electo nuestro próximo Presidente de la república, sino particularmente para detener, a quien valiéndose de las estrategias tradicionales de marketing político, quiera vendernos una imagen que no corresponde a su realidad. Lo que la tele engaña, las redes sociales lo desengañan. No son menciones, no son seguidores, no son mensajes enviados, no son imágenes bonitas, es la percepción del ciudadano que se va formando detrás del contenido de quien o de quienes le manejan la cuenta al candidato. 

 

Algunos cuando se den cuenta de ello, serán para lamentárselo. No basta con crear cadenas de seguidores cuando lo que se comenta es pura basura. Así de crueles y de reales suelen ser las redes. Ya lo comprobaremos.

        

 ¿O usted qué opina amigo tuitero?

Twitter: @Mario_Mendoza_F