La fuerza (votante) y transformadora del magisterio: Armando Navarrete

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En memoria del Profesor Felipe Calderón Calvo, querido hermano

impulsor del Consejo Central del Lucha en el estado de Michoacán,

accidentado y muerto en condiciones extrañas en 1982, después

del asesinato del maestro Misael Núñez, dirigente del Consejo

Central de Lucha del Valle de México, el 30 de  enero de

1981 en Tulpetlac, estado de México.

 

Elba Esther Gordillo fue severamente agraviada por sus enemigos políticos con su destitución como Coordinadora de la Bancada tricolor en San Lázaro en diciembre de 2003. Hacía septiembre de 2005 renunció bajo la presión de sus correligionarios a la Secretaría General del CEN del PRI. Hechos que se dan como resultado de un enfrentamiento descomunal iniciado entre Roberto Madrazo  (apoyado por seguidores de alto rango) y la Maestra, al grado de la presencia de sedicentes mentores que le insultan, pintan y profieren consignas políticas en su domicilio particular.

El 13 de julio del 2006 la dirigente del SENTE es notificada de su expulsión del PRI por incurrir en conductas contrarias a los estatutos del Institucional, como apoyar la formación de un partido antagónico y respaldar a candidatos de otras fuerzas políticas. En agosto del 2002 había sido denunciada por militantes priístas por respaldar las políticas del Presidente Fox y, desde 2005 según sus propias confesiones, se entregó a la campaña de Felipe Calderón y puso a su disposición las estructuras del SNTE y el PANAL, a cambio del control de la educación básica y la SEP bajo el mando de su yerno Fernando González Sánchez, la Lotería Nacional con su allegado Francisco Yáñez y el ISSSTE con otro de sus cercanos, Miguel Ángel Yunes. El desempeño de estos burócratas fue desastroso para dichas instituciones.

Lastimada por los acontecimientos que limitabas sus aspiraciones al seno del PRI, desde enero del 2005 Elba Esther confirma su relación con el Partido Nueva Alianza, construido no muy discretamente con su influencia y las estructuras territoriales del SNTE, lo que sella la ruptura definitiva con el partido que le dio por muchos años cobijo y poder. Esta sucesos dispersan en dos rutas a la base de un sindicalismos corporativizado desde los tiempo de Sánchez Vite y Jonguitud Barrios. A éste –como él lo hizo con su antecesor-, en 1989 lo desplaza ofensivamente la profesora con el patrocinio y maniobras de salinas de Gortari.

Hablamos de dos rutas porque una parte de la base sindical conformó la estructura y la escasa plataforma militante del PANAL, en tanto otra permaneció en el PRI por convicción, interés o sometida a las élites ajenas a Elba Esther. Sin embargo, y como resultado de la crisis salarial, la carestía, el autoritarismos y la antidemocracia de los tres lideres que hicieron fortuna administrando los intereses del sindicato, que no los del magisterio y menos aún contribuyeron a impulsar una política educativa para el desarrollo nacional, en 1979 ya emergía una tercera expresión: la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación.

El sindicato magisterial es una de las organizaciones laborales más grandes no sólo de México sino de América Latina. Tanto el SNTE como otros sindicatos que aglutinan al profesorado nacional, entre ellos los universitarios, reúnen un millón 730 mil maestros. Si consideramos –con cifras de CONAPO para 2008-, que dos de cada tres imparten educación básica, la agrupación liderada por Elba Esther Gordillo representa una fuerza superior al millón 153 mil docentes, incluidos los instructores de los CBTIS y los Institutos Tecnológicos de la SEP.

La CNTE, integrada por contingentes se rigen bajo las disposiciones laborales convenidas entre el SNTE y la SEP, que tiene una notoria presencia nacional por su vinculación a los movimientos populares y las causas democráticas, controla las secciones 22 de Oaxaca, nueve del Distrito Federal, 18 de Michoacán y 47 de Chiapas,  primera sección de la Coordinadora; además de tener una presencia creciente en Puebla, Morelos, Hidalgo, Tlaxcala, Guerrero, Guanajuato, Chihuahua, Nayarit, Veracruz y Colima, entre otras entidades. Se estima que esta corriente del SNTE, o la CNTE para ser más precisos, tiene poco más de 300 mil integrantes en el país.

Hoy que hay todo un revuelo por el rompimiento de la alianza PRI-PANAL, a iniciativa del tricolor, se habla de un mal cálculo de PRI, o de su acertada decisión para reservar a sus cuadros las posiciones cedidas previamente al PANAL, el resurgimiento de las querellas con el Madracismo o incluso de una maniobra para sacudirse el desprestigio de una lideresa venida a menos.

Sea como sea, la rectificación o el matiz de lo dicho para alejarse del PANAL, el discurso o las declaraciones conciliadoras entre Elba Esther, Pedro Joaquín Codwell y el mismo Peña Nieto, están a la orden del día. Con ello, indudablemente se busca no perder del todo esa enorme masa de votantes que sin duda representa el magisterio. Tan esto es cierto que Ernesto Cordero, precandidato panista, consideró que su partido debe estar abierto a cualquier posibilidad de alianza, incluso con el partido de Elba Esther Gordillo.

Por su parte, AMLO considera una simulación el rompimiento de la profesora y el precandidato del PRI. Esta posición inequívoca de Andrés Manuel se basa en los intereses y en las prácticas caciquíles que tanto Peña Nieto como Elba Esther Gordillo han ejercido en su carrera política. La lucha y pugnas por llegar, mantener y concentrar el poder ha sido el objetivo central de estos personajes de la vida política nacional, prototipo de los más encumbrados cuadros del priísmo.

Esas formas de hacer política, además del autoritarismo y la corrupción exhibidos por individuos o los gobiernos del Institucional, han constituido un semillero de cuadros para las fuerzas de izquierda o para las organizaciones de la sociedad civil, conformadas por quienes optan por el deslinde.

Pero volvamos el magisterio para decir que se equivocan quien le menosprecien o desconocen su importancia en los procesos electorales, tanto por la participación individual de cada maestro, como por su acción deliberada en su calidad de gremio. Obviamente que votar o ser votado es un derechos ciudadano, un papel accesorio a su función primordial de facilitar la enseñaza a nuestros hijos, de educar a los pueblos para que se alleguen de los elementos que le hagan libre.

Sin la menor intención de ennoblecer a Elba Esther, al PANAL, al SNTE o al PRI, cuya imagen o aceptación se devalúan día a día por múltiples razones, es pertinente resaltar la votación alcanzada por Nueva Alianza en los comicios  del 2006: 1 millón 872  mil para Diputados de mayoría, 1 millón 677 mil para Senadores y sólo 402 mil para Presidente.

Dichas cifras nos permiten suponer que el profesorado, valga la simplificación, se movilizó en apoyo de quienes buscaban un cargo de elección popular abajo del rango presidencial, y que sin duda tenían una cercanía gremial o partidista más próxima o confiable que la tejida por su candidato a la primera magistratura, Roberto Campa Cifrián.

No es remoto, sin embargo, que los sufragios otorgados a Campa buscaran evadir el apoyo al candidato de Acción Nacional (Felipe Calderón), que una parte significativa del magisterio más conciente o avanzado haya decidido favorecer a AMLO en 2006 y, finalmente, que los maestros convencidos del priísmo –que de verdad los hay-, hayan sufragado por Madrazo. Es difícil pensar que un maestro de la escuela pública vinculado a los trabajadores, por medio de sus hijos, se identifique con un partido conservador.

Por eso estamos ciertos que la mayoría de los educadores de todos los niveles optarán por el cambio verdadero. Porque quieren que México avance, que se abata de una vez por todas el rezago educativo, que mejore la calidad de la educación en todos los niveles y contemos con un sistema de investigación que entrelace el conocimiento tecnológico con los potenciales que tenemos para crear empleos, producir alimentos, exportar productos primarios pero sobre todo agregarle valor a esa producción para el mercado interno y atraer divisas.

El profesorado nacional, la izquierda unida y MORENA estarán pendientes, no hay de otra, para hacer frente a la simulación de la que habla AMLO. Un posible simulacro del PANAL será postular como candidato presidencial a un personaje alejado de las fuerzas progresistas por reyertas no subsanadas con inteligencia, menguándole votos a López Obrador.

La CNTE es una garantía de la multiplicación de sufragios a favor de la República Amorosa, del cambio verdadero. Del SNTE se puede esperar un reparto de la simpatías de los maestros progresistas hacia Andrés Manuel, de los profesores conformistas o creyentes en el PRI hacia Peña Nieto y de los mentores subordinados al sindicalismos “charro” y a Elba Esther hacia el PANAL, que pudiera ser tricolor o azul, según el ca$o.

Por cierto, creemos que en estados como Oaxaca los mentores –como organización-, deben revisar sus métodos de lucha para atraer la simpatía ciudadana y de los pueblos, además de mejorar sus capacidades para enseñar con seriedad y solidez al estudiantado, apremiante exigencia en el mercado laboral y profesional de México y el mundo. Más para ser independientes…

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