La conciencia del destino: Francisco Vasconcelos

Print Friendly, PDF & Email

Cuando un conjunto de personas aglomeradas en determinado punto geográfico, obtiene la categoría de nación es porque ha alcanzado dentro de él, la definición de su destino en lo universal. Es así que nuestra nación nunca se ha concebido como un todo, como una nación en su sentido indivisible, por tener una raza pura, un solo acervo de culturas o por tener un solo idioma; sino por su cualidad de unir razas, tradiciones e idiomas en un mismo destino que en lo nacional nos distingue de los demás pueblos. El mejor tratado sobre esta unión y su destino lo hizo José Vasconcelos en su libro, ya casi totalmente olvidado para el alma nacional: “La raza cósmica”, en este libro se exponen las más profundas finalidades de nuestra nación así como la dirección que debe llevar.

Esto es un llamado a los individuos encargados de la dirección de nuestra Nación, la Patria necesita que se definan pronto sus fines últimos. En el 2012  México alcanzó el histórico de casi 36 millones de jóvenes en la edad precisa de definir su propio proyecto de vida, pero los datos son angustiosos: en México casi el 38% de los jóvenes abandonan la escuela, el 60% no practica ningún deporte, 63 de cada 100 jóvenes fuman, el 55% de los jóvenes inician su vida sexual antes de terminar el bachillerato, 7 de cada 10 jóvenes manifiestan dudas sobre la elección de su carrera profesional, 3 de cada 10 estudiantes cambian su licenciatura en su primer año de universidad debido a una equivocada elección y cerca de 49% opina que el futuro es tan un cierto qué es mejor vivir al día.

Es necesario comenzar a preocuparse por estas cifras, si todo sigue igual, en el futuro tendremos 36 millones de adultos frustrados que nunca cumplieron sus metas porque nunca las tuvieron, en un país estéril y sin destino que justifique su existencia.

En lo que va de este año nuestro Gobierno Federal ha sido bastante conocido por la cantidad de reformas que ha puesto en marcha, aproximadamente sesenta de ellas, siendo las más importantes: la de educación, la fiscal, la de telecomunicaciones y la energética; contando ellas con numerosos puntos ya muy necesarios. Y entre esta cantidad de reformas lo primordial que debemos analizar es la dirección que tienen o si carecen de ella, porque no debe haber arquitectura política si antes no se ha definido la finalidad sobre la que se cimentan las bases de la existente patria.

Respecto a si existe o no este conocimiento de la “finalidad patria”, el Ejecutivo Nacional Lic. Enrique Peña Nieto ha mencionado en puntos aislados sobre la finalidad de estas reformas, que recaen en el mejoramiento de determinados sectores de la nación, pero al parecer en su conjunto carece de significado en el sentido profundo de dirección. Empero cuando el país se desquicia no es posible remediarlo con parches técnicos, es necesario un orden nuevo en el que se defina claramente la dirección de nuestra nación, y de esta verdadera definición de destino se ha de forjar al individuo. Porque no puede haber dirección de destino del individuo si antes no lo hay de la nación entera.

Si la nación en el sentido directivo, no logra pronto plantear sus puntos de llegada, y no solo de partida, los individuos que la conforman seguirán naufragando como muchas personas lo han hecho sin rumbo fijo hoy en día, como por ejemplo los numerosos “ninis” que se han estimado en 7.5 millones.

Es el momento preciso para que el país proyecte sus expectativas de destino y también así, todos los que no lo hayan hecho aún, hay que gozar de las pocas decisiones que podemos tomar, con voluntad inflexible, con amor al destino incluso en el instante mismo en que nos estrellamos contra él. El valor del sacrificio está en que sea difícil. ¡Ya no más cobardía ante la vida!

 

Comentarios, preguntas, críticas: juventudnacionalistaac@gmail.com