La clase política “nominada” en Oaxaca: Francisco J. Sánchez

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FCOTodo mal tiene dos remedios; el tiempo y el silencio.

 El Conde de Montecristo

Alexandre Dumas

 

Monterrey, Nuevo León.- La estrategia del gobierno federal de congelar las cuentas del magisterio disidente en Oaxaca no detendrá el saqueo impune del erario público, debido a cuatro razones básicas:

1.- La cultural: La vida personal de la clase política y sindical es vivir del presupuesto público. El talento se refleja en el oportunismo para apropiarse del recurso material y financiero, no en la capacidad intelectual, el desarrollo profesional y la experiencia en los asuntos públicos.

Entre sus pares, asegurar el futuro en la nómina gubernamental sin trabajar -pese a quién le pese-, no lo convierte en saqueador, asaltante o ladrón porque lo consideran un “sistema válido” de ingresos.

2.- Lo político: La monarquía sexenal-gobierno y la clase política, -quienes monopolizan el ejercicio del poder y deciden las promociones para los espacios dentro del sector público-, permiten transformar el recurso financiero del gobierno en ingreso propio.

Es decir, construir negocios privados y hacer favores con los ingresos públicos, es la única formar de hacer iniciativa privada cada 2, 3, o 6 años.

El reflejo del talento para crecer dentro del ambiente político y sindical “es un acuerdo político” por los servicios prestados o por prestar.

3.- Lo económico: En el caso de los “nominados” de Nuevo Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (Nuevo IEEPO), siempre se tendrán fuentes alternas de financiamiento. Unos son líderes sindicales comisionados, otros regidores, presidentes municipales, líderes sociales, dirigentes políticos o legisladores.

Y del otro lado están quienes abrirán las puertas y presupuestos para que comiencen a resarcir las pérdidas.

4.-Lo social: Este modo de vida es tolerado por la clase política. Prevalece el silencio y la impunidad frente a los “nominados” del Nuevo IEEPO.

En suma, la gente no tiene confianza en la clase política de Oaxaca, pero no encuentra como cobrar esa afrenta. La mayoría de los ciudadanos está en espera, siempre en espera, que se decidan a combatir la corrupción.

Los otros no lo creen necesario. Nada más alejado de la realidad.

Especialista en análisis y estrategia política.

@lacoyunturamx

franciscosanchezhernandez@yahoo.com.mx