Interna, la verdadera crisis de la iglesia católica: Carlos Ramírez

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papaPercibida como un hipopótamo con dificultades para moverse, la iglesia católica enfrenta una gravísima crisis de existencia que los últimos cuatro papas no han podido atender: nacida para consolar al hombre y para mantener el evangelio de Cristo, derivó en una estructura de poder terrenal.

Con pocos datos puede decirse que el papa Francisco entendió así la crisis de la iglesia católica mexicana –menos sacerdotes, abusos sexuales, disminución de creyentes y liberalización de dogmas– cuando regañó a la jerarquía católica y la conminó a resolver sus diferencias “como hombres” y no como sacerdotes representantes de Dios en la tierra.

Inclusive, el propio Francisco se vio muy terrenal cuando dejó entrever que su enojo con el cardenal Norberto Rivera Carrera no era pastoral o de fe sino político porque el mexicano no había votado por él en el cónclave de marzo del 2013.

La crisis de la iglesia católica se ha percibido no sólo en la liberalización de las conciencias humanas que ya no creen en cielos ni infiernos sino en el hecho de que se perdió el único instrumento de dominación: la coerción; en cambio, el Corán en el islamismo se ha fortalecido en la medida en que ha controlado las mentes y ha conseguido imponer la existencia de otro mundo superior.

Los discursos del papa Francisco en México abandonaron las parábolas y se centraron en los valores morales, pero en una sociedad que hace tiempo que dejó de moverse en función de ideas y se gobierna a través de las pasiones. Y la ética del papa Francisco quedó desactivada en su potencial motivación cuando apareció atrapado por los intereses políticos, sociales, empresariales, que son responsables de la crisis mexicana, en tanto que la feligresía auténtica tuvo que padecer la aglomeración anónima en los eventos públicos. Los selfies de empresarios y políticos en Palacio Nacional revelaron la ineficacia de los discursos morales del pontífice.

El papa Juan Pablo I murió cuando se disponía a reorganizar la curia romana corroída por la corrupción, el papa Juan Pablo II desarrolló una estrategia geopolítica terrenal para influir en el rumbo de la guerra fría y derrotar al comunismo soviético, el papa Benedicto XVI prefirió abdicar ante la dimensión y energía que demandaba la crisis del Vaticano y el papa Francisco se ha visto imposibilitado para imponer el enfoque jesuita social.

La dialéctica ignorancia-conocimiento ha sido rota por las posibilidades de la comunicación. En el siglo XVIII hubo de darse la luz del conocimiento para derrotar al oscurantismo de los miedos religiosos; en el siglo XXI se ha perdido el miedo al castigo religioso, aunque sin las ideas de la Encyclopedia. Cambiamos a Voltaire por el internet. La gente cree porque tiene la necesidad de un referente superior, pero ya no teme los castigos divinos. Y los principales dogmas religiosos –familia, sexo, matrimonio, aborto, divorcio– dejaron de ser pecados.

Sin un Concilio vaticano III, la religión católica seguirá disminuyendo porque, además, los sacerdotes aparecen como seres humanos, con sus angustias y pasiones, sus excesos y necesidades, sus egoísmos y ambiciones de poder. En su gestión –tiene 80 años–, el papa Fransisco se percibe como el gran solitario del Palacio de San Pedro, triste e ineficaz.

Y para colmo, el entusiasmo que despertó Francisco en su visita a México fue menor al calor que conmovió a Juan Pablo II.

 

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Política para dummies: La política es el arte de comprar indulgencias disfrazadas de Estado laico.

 

Sólo para sus ojos:

  • Además de Oaxaca, fotos de alarma del PRI en Veracruz: alianza PAN-PRD podría acumular 52% de votos, contra 36% del priísta.
  • López Obrador se la pasó tuiteando sus propuestas pero a partir de frases del papa Francisco, a pesar de no ser católico.
  • Sin pudor los afanes de políticos priístas tomándose selfies con el papa Francisco para usar esas fotos en su carrera política. Penoso que el papa o su equipo de trabajo no pusieran fin a esas prácticas.
  • Dicen que el cardenal Norberto Rivera ni sudó ni se acongojó por el regaño del papa; al contrario, creen que como efecto lo colocó como jefe de un grupo político de la curia mexicana.

 

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@carlosramirezh