Impone UE reparto de 160 mil refugiados

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UEEl Presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, pidió solidaridad y valentía para distribuir entre los países de la Unión Europea a 120 mil refugiados llegados a Italia, Grecia y Hungría, que se suman a los 40 mil que propuso en mayo.

Juncker insistió en su primer discurso sobre el estado de la Unión en que el reparto debe tener un carácter obligatorio, pese a las reticencias que esta imposición genera en países como España.

Propuso además la creación de un fondo fiduciario de emergencia de mil 800 millones de euros (2 mil millones de dólares) para hacer frente a las causas de la desestabilización, los desplazamientos forzados y la inmigración ilegal desde el Sahel, el Cuerno de África y el norte de África, así como componer una lista de países de origen seguros para agilizar el proceso de gestión de demandas de asilo.

“Hoy proponemos un segundo mecanismo de emergencia para reubicar a otras 120 mil personas de Italia, Grecia y Hungría. Esto tiene que hacerse de manera obligatoria” dijo Juncker en el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo.

La cantidad de 160 mil refugiados en cualquier caso queda aún lejos de las 500 mil personas que Juncker aseguró que han llegado a Europa en busca de protección internacional desde principios de año.

“Creo que dada la gravedad de la situación que tenemos delante esta propuesta es bastante modesta. Si hubiéramos tomado una decisión en mayo igual habríamos evitado mucho sufrimiento”, comentó Juncker en una rueda de prensa posterior a su alocución.

Por cada persona reubicada el Estado miembro recibirá 6 mil euros (6 mil 700 dólares), lo que eleva el coste de la medida a 780 millones de euros (870 millones de dólares), incluidos el gasto del traslado de los refugiados.

Juncker presentó también un mecanismo permanente de reubicación de refugiados, que permitirá en el futuro gestionar crisis similares a la actual de manera más rápida.

Los Estados miembros tendrán la posibilidad de no participar en los mecanismos de reparto de refugiados durante un año y por causas justificadas -que tendrá que evaluar la Comisión- a cambio de una contribución al presupuesto comunitario equivalente al 0.002 por ciento de su PIB.

Sobre la lista de países seguros, a los que en principio no les corresponde la concesión de asilo porque sus ciudadanos no corren peligro, Juncker explicó que solo se trata de una simplificación procedimental que en ningún caso priva del acceso a la protección internacional de estos Estados, que incluyen a Albania, Macedonia, Montenegro, Serbia, Turquía, Bosnia-Herzegovina y Kosovo.

Recalcó también la necesidad de habilitar vías legales de inmigración porque Europa es un continente envejecido, cuya población se reduce, y adelantó que la Comisión va a presentar un plan en este sentido a principios de 2016.

Subrayó asimismo que hay que reforzar la Agencia Europea de Fronteras Exteriores, Frontex, para convertirla en un verdadero sistema de guardias fronterizos y costeros.

El Presidente comunitario reconoció que Europa no puede acoger a todo el mundo, pero hizo hincapié en que los refugiados sólo representan el 0.11 por ciento de la población de la UE, mientras que en un país como el Líbano llegan al 25 por ciento.

Los grandes grupos políticos del Parlamento Europeo, a diferencia de las bancadas eurófobas, apoyaron hoy el enfoque de la Comisión Europea de solidaridad y apoyo a los refugiados que llegan a territorio comunitario.

Los 28 se pronunciarán acerca de estas medidas en su Consejo extraordinario de ministros del Interior del próximo 14 de septiembre.

De cara a esa fecha, Juncker pidió a los países que no olviden nunca por qué es tan importante dar asilo en Europa.

“Todos los europeos deberían recordar bien que Europa es un continente en el que casi todos en algún momento han sido refugiados”, dijo.

“No es el momento de tener miedo. Es el momento para una acción audaz, determinada y concertada por parte de la Unión Europea, por parte de sus Estados miembros y por parte de sus instituciones (…) Para Europa también es un asunto de justicia histórica”, concluyó Juncker.

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