Familia de Notarios ejercen en la ilegalidad

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*Clan notarial en Oaxaca, presunción de verdad imperfecta

 

Familia de notarios ejercen en la ilegalidad y monopolizan los servicios notariales. María Antonieta Chagoya Méndez, Notario Público 78, es sabido que le fue firmada su patente por el entonces Gobernador Diódoro Carrasco 12 días después de haber concluido su periodo de gobierno. Ella, su conyugue y su hijo, notarios también, violan la Ley General del Notariado al no tener sus expedientes completos, además de que son sujetos de investigación por acaparar los servicios notariales en el estado.

 

Diversas críticas han circulado respecto al gremio notarial, desde la discrecionalidad del ejectutivo para el otorgamiento de las patentes hasta la operación de algunos notarios que han sido señalados por prácticas de corrupción contrarias a las facultades que poseen, pero en Oaxaca subyace un aspecto que agudiza aún más esta crisis del notariado mexicano: fedatarios que fungen en la ilegalidad.

 

Así lo denunció la Unión de Abogados Independientes de Oaxaca (UAIO), que preside el abogado Ángel Jiménez, quien realizó la investigación de un grupo de notarios que no tienen su expediente completo en la Dirección General de Notarías y Archivo, como consta en una solicitud de transparencia que obra en este medio. “Nuestra crítica va más allá del cuestionamiento a la discrecionalidad con la que los gobernadores otorgan las patentes, lo más alarmente del caso en Oaxaca, es que algunos ni siquiera cumplen con los requisitos mínimos de la ley para serlo. Los ciudadanos oaxaqueños nos hallamos en la incertidumbre jurídica. La familia de notarios, Velázquez Chagoya, encabezado por María Antonieta Chagoya Méndez, tiene el 35% de su expediente integrado; su esposo, Carlos Salomón Jarquín, notario público 88, el 60%; y el hijo de éstos, Carlos Salomón Velázquez Chagoya, titular de la notaría 104, no cumple ni siquiera con los requisitos mínimos que la ley establece”. Señaló.

Además de no cumplir con los requisitos necesarios, también existen 20 trámites por realizar, aspectos fundamentales que ninguno de estos tres notarios cumple. Un claro ejemplo Carlos Velázquez Chagoya, hijo de Ma. Antonieta, a quien le fue otorgada la patente de notario cuando tenía 27 años y no los 30 que marca la ley como edad mínima. Además no había cumplido los cinco años de abogado titulado porque él obtuvo su título universitario en el año 2006 y al año siguiente le dieron su FIAT notarial. Todo esto ocurrió mientras su madre fue presidenta del Colegio de Notarios en el estado, durante la administración del gobernador Ulises Ruiz Ortíz.

Adicional a lo anterior, Velázquez Chagoya no tiene seis de los 13 requisitos integrados en su expediente, como consta en la carta de solicitud de transparencia que nos fue enviada a la redacción.

 

Cabe resaltar que Chagoya Méndez fue presidenta del Colegio de Notarios del Estado de Oaxaca entre el 2007 y 2008, cargo en el que solo duró unos cuantos meses debido a que fue destituida de la representación de su gremio al ser señalada de actos de corrupción por haber otorgado una docena de notarías en la administración del entonces gobernador Ulises Ruiz, y haber favorecido a su esposo e hijo con una notaría para cada uno.

Es cosa de familia

María Antonieta Chagoya Méndez, notario público número 78, no cumple ni con la mitad de los requerimientos para poder ejercer como notario, pues le faltan siete documentos. Las condiciones que Chagoya Méndez no cumple son: la protesta del pleno goce de sus derechos, constancia de residencia no menor a 5 años, cartas de recomendación de un modo honesto de vivir, la constancia de no ser ministro de culto, protesta de no haber sido declarado en quiebra, constancia de no haber sido separada del ejercicio del notariado y las constancias de 1 año de prácticas notariales.

Después de cumplir con los requisitos necesarios, también existen 20 trámites por realizar, aspectos fundamentales, de los que la misma Chagoya Méndez no tiene registros de 11 de éstos trámites, entre los que sobresalen sus exámenes teóricos y prácticos, además del propio oficio del Colegio de Notarios para la acreditación de los requisitos. De acuerdo al reporte de transparencia también le faltan sus prácticas notariales, pues no hay constancias en la Dirección de General de Notarías, como debería haber realizado.

Pero éste no es el único, su esposo, Carlos Salomón Velásquez Jarquín, Notario Público número 78, quien también resultó favorecido en el mismo reparto, tampoco cumple los requisitos de ley, tan solo 9 de los 11 requisitos necesarios, entre los que no cumple sobresalen las prácticas notariales, pues en la respuesta de la Dirección General de Notarías se señala que “sólo obra una constancia notarial remitida por María Antonieta Chagoya Méndez,  notario público número 78,  sin que contenga sello de recibido de esta dirección”. En cuanto a los trámites le hacen falta siete de los 20.

Ángel Jiménez, destaca la ambición de poder de la familia Velázquez Chagoya, quienes han confundido la función notarial con un negocio personal. “Son cuatro notarios en una sola familia. No conforme con eso, también quieren que el hijo menor, Ramón Velásquez Chagoya, se convierta en notario. Están gastando mucho dinero en intimidar, contratan espacios en medios de comunicación con la bandera de ser probos y querer democratizar la fe notarial. Cuando es de dominio público que su enojo radica en no lograr la quinta patente notarial”.

“Interpusieron un amparo contra la entrega de FIATS en 2016, alegando simulación de convocatorias y exámenes de oposición. Es un pleito entre familias de notarios, no hay tal interés de democratizar el gremio. El único objetivo de Chagoya Méndez es hacer a su hijo notario. No tienen llenadera”, apuntó.

 

No son los únicos

 

Teresa Peralta Ramos, notario público número 98, tampoco cumplió con los cinco años de experiencia como profesional cuando se le otorgó su FIAT en 2007, pues se tituló en 2004. Además que tampoco tiene la constancia de acreditación de documentos por parte del Colegio de Notarios.

Omar Abacuc Sánchez Heras, notario público número 38, obtuvo su FIAT en 1980, con Eliseo Jiménez Ruiz como gobernador, sin embargo, es uno de los que menos requisitos tiene en el expediente que se solicitó al Colegio de Notarios, pues solamente una tercera parte de los requisitos para ser notario se encuentran en su expediente, ni siquiera la Anuencia del Gobernador obra en su expediente, según la revisión realizada vía transparencia. Tal vez el requisito más importante del expediente.

Eduardo García Corpus, notario público número 105, es otro de los que tienen incompleta su documentación en su expediente, pues le hace falta una tercera parte de los documentos, y muchos de los que entregó, vienen sin firmas, como es el caso del acta de resultados de sus exámenes.

Este notario estuvo en el ojo del huracán luego de que fuera responsable de la otorgar las escrituras al ciudadano Julio César Espinoza Adame de los terrenos de la presa “Rompepicos”, cuyos 13 mil metros cuadrados son propiedad federal y los había escriturado a un particular.

Monopolio y corrupción en clan notarial.

Los notarios cuentan con facultades propias delegadas del ejecutivo, se les habilita para ejercer la actividad autentificadora de distintos actos jurídicos de la sociedad. Son profesionales del derecho que a últimas fechas han estado en controversia, en particular, a partir del concurso que convocó la Comisión Federal para la Competencia Económica (Cofece), cuyo tema era encontrar los “Obstáculos más Absurdos para Emprender en México”. Derivado de esta investigación, Verónica Pérez Lima, ganadora de dicho concurso, encontró múltiples obstáculos a la libre competencia, identificó la monopolización de los servicios notariales, los costosos honorarios que además son poco transparentes, así como la baja calidad de los servicios notariales.

 

Además, este clan tiene el monopolio dentro del gremio notarial, pues en los últimos tres años, quintuplican el número de libros autorizados para sus colegas. Situación que según un reporte de transparencia de la propia Dirección de Notarías, esta familia  en lo que va del año han solicitado autorización para actuar en casi 300 libros, lo que representa el 45% de todo trabajo notarial en la entidad, mientras que el promedio de solicitud por notario es de 10 libros al año.

El abogado representante de UAIO  asegura que “esta monopilización de los servicios notariales ha llegado a penetrarse en las áreas de las autoridades registrales del Gobierno del Estado, quienes por omisión o complicidad de sus titulares, han permitido que estos notarios tengan privilegios al interior de estas direcciones, incluso hasta han consentido que rifen vehículos y viajes a los empleados de gobierno”.

 

También mediante la Plataforma Nacional de Transparencia, se solicitó a la Dirección General de Notarías el número de libros que realizaron los notarios de enero de 2014 a la fecha.

En esta lista se detalla que la expresidenta del Colegio de Notarios del Estado de Oaxaca, María Antonieta Chagoya Méndez, es la que más libros autorizó en los tres años con 127 en 2014, 115 en 2015, 151 en 2016 y 130 en lo que va del 2017.

Según el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO), la falta de competencia en los notarios genera los siguientes problemas: poca competencia por barreras de entrada a nuevos notarios, lo que deja criterios variables y poco transparentes, además de restricciones en ámbitos de acción.

Intervienen cuando no es necesario, fungiendo más como intermediarios que como fedatarios, lo cual no garantiza la legalidad de los procesos.

Por otra parte, los honorarios suelen ser caros y poco transparentes, en función del monto de transacción y no del trabajo que implica.

En cuanto a libros autorizados, Carlos Salomón Velásquez Chagoya sigue en la lista de los más “productivos”, con 105 libros autorizados de diciembre de 2016 a octubre de 2017. Logró 18 libros en 2014, subió a 42 en 2015, mientras que en el 2016 ya estaba en los 86 libros.

Cabe destacar que estos dos notarios, superan por más del doble al tercer lugar en libros autorizados, que es Eduardo García Corpus. La mayoría de los notarios no superan ni los 15 libros autorizados por año.

Redacción.