EPN-FCH: el despilfarro de los corruptos: Rubén Mújica Vélez

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Para Ernesto, Benito, Mario y muchos otros viejos que sueñan con un México justo.

 

El contraste es brutal. Los promotores del voto por López Obrador topan con la más reiterada pregunta ¿Qué regalan? ¿No tienen playeras, cachuchas, bolsas? La respuesta es reiterada: no. Este Movimiento no compra votos, no compra conciencias. López Obrador quiere acabar con esa costumbre, con esa política corrupta de regalar baratijas, para que el pueblo vote. Es indigno, repetimos que por una despensa vendan su dignidad. El mensaje con frecuencia cae en el vacío y en otros casos vemos rostros desconcertados. Un anciano aferrado a la vieja política con los mismos rostros de saqueadores del pueblo, exclamó:

¡Ustedes son ilusos. Sueñan. Ganará mi gallo. Mi partido, el de siempre. El que nos ha dado de comer!

Cierto, la campaña que se inició con miles de viejos soñadores, topó con la convicción de muchos ciudadanos que el PRI y ahora el PAN, “regalan” al pueblo diversas baratijas y dan de comer a los que burócratas que trabajan en los gobiernos federal y estatal. Ha sido labor ruda invitar a reflexionar a muchos: ¿acaso usted no se ganó su salario con el esfuerzo diario en el aula o en una oficina de gobierno? ¿Acaso usted fue un deshonesto “aviador” incrustado en la nómina gracias a sus influencias? La actitud es de sorpresa. Entonces, argumentan: ¡muchos años de trabajo me costó pensionarme! Concluyen que el PRI-PAN no les ha  dado de comer.

Pero mientras avanza este gradual proceso de concientización, también avanza el despilfarro en la campaña de Peña Nieto. Se multiplica la entrega de tinacos, cemento, despensa, estufas y dinero. Se corrompe a ciudadanos que habían comprometido su presencia en las filas de los defensores del voto. Incluso algunos partidarios fervientes de AMLO, se apartan de la lucha democrática. Dejan de cooperar en la cuenta bancaria “Honestidad Valiente” con depósitos para financiar su campaña.

El despilfarro priísta es monstruoso y digno de cárcel. Con motivo de la golpiza en el Estadio Azteca se mantiene una pregunta: ¿quién sino el gobierno del Estado de México pagó los 400 autobuses “chimecos” para trasladar a una turba de rufianes? ¿Quién paga el traslado de Peña Nieto en aviones privados y helicópteros caros? AMLO se traslada en aviones comerciales y camionetas. Jamás llegó en helicóptero o avión privado. La honesta “Chepina” usó el avión de una persona ligada al narco.

Así la ciudadanía y sobre todo los jóvenes han desnudado el contraste de una campaña y otra: por un lado los botarates del PRI-PAN con recursos sustraídos al pueblo. Por el otro una campaña modesta, limitada por carencias pero rica en promesas para construir un nuevo país. Un México que cobije los anhelos y sueños de las nuevas generaciones.

Felipe Calderón ahora ha llevado su despilfarro a nivel internacional. Jamás se ha  visto semejante cinismo. Ni tan cara la desesperación de un presidente agónico por comprar una chamba en una organización financiera internacional. Calderón en la costosa ¡para los mexicanos!, reunión del G20 en Los Cabos, con decisión propia de un emperador de opereta, ha donado-dice “prestado”- al Fondo Monetario Internacional 10,000 millones de dólares para resolver la crisis europea. Antes aportó 9,000 millones de dólares para elevar “nuestra cuota” en esa institución, para que “tengamos mayor participación en las decisiones del organismo”. Un enano con pretensiones de gigante. Así los mexicanos pagarán la crisis que causaron un grupo de voraces financieros norteamericanos y europeos al saquear sus bancos y ponerlos en puntos de quiebra.

Calderón en seis años fue incapaz de construir la refinería de Tula Hidalgo que habría aliviado el gasto enorme de importar gasolinas y nutrir las ganancias de los empresarios norteamericanos. Mientras sangra al pueblo mexicano despilfarrando dinero del país. Gasta lo que no le costó.

Peor. Calderón fue insensible al sufrimiento y hambre de los desesperados mexicanos que especialmente en el norte del país sufren el horror de una sequía que se prolonga por varios años. No cedió al clamor del pueblo. No le importó el hambre de miles de ciudadanos. El campo devastado y miles de familias sin saber que hacer, a quién recurrir, se suman a los millones de mexicanos empobrecidos que hereda el peor gobierno de que se tenga memoria. Peor que el de FOX.

Pero Calderón fue generoso con los banqueros europeos. Con los que dicen salvar a Europa, cuando a los que salvan es a banqueros, agiotistas de altos vuelos, aves de rapiña de las sociedades. Calderón usó los recursos escasos de un país pobre como el nuestro para favorecer a los ricos.

La carísima campaña de Peña Nieto y la repugnante generosidad de Felipe Calderón, deben investigarse. Merecen cárcel. Esto explica que el PRI-PAN mantenga la campaña del miedo, gritando que ¡AMLO es un peligro para México! Tienen razón. Los mexicanos indignados, los que queremos rescatar a México de este mar de corrupción que repugna, queremos justicia. Exigimos cárcel para los saqueadores de México. Para los herederos de Antonio López de Santa Ana. Cárcel para Salinas de Gortari y sus herederos. Para Calderón y los que hicieron de Los Pinos la “Cueva de Ali Babá y los ¡4000!, ladrones”. Después de enjuiciarlos y recuperar lo que saquearon, los mexicanos pobres podrán salir adelante.