En sus marcas…: Mario Arturo Mendoza Flores

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Con el cierre de registro para que los partidos políticos vayan coaligados, se puede dar el grito de “en sus marcas” de cara a la carrera presidencial del próximo año. A saber, la competencia será entre 3 candidatos. El Revolucionario Institucional, el Verde Ecologista de México y Nueva Alianza conforman la coalición “Compromiso por México” por lo que si no sucede algún imprevisto, impulsarán la candidatura de Enrique Peña Nieto. Mientras que el Partido de la Revolución Democrática, del Trabajo y el Movimiento Ciudadano (más conocido como Convergencia) registraron la coalición denominada “Movimiento Progresista”, el cual como ya ha trascendido llevará como su candidato a Andrés Manuel López Obrador y como su proyecto “La República amorosa”. El Acción Nacional al no registrar coalición alguna participará sólo en la próxima contienda y está en espera de que se defina su proceso interno para elegir a su candidato entre Josefina Vásquez Mota, Santiago Creel y Ernesto Cordero.

        

Afortunadamente los coalicionistas de “Compromiso por México” y del “Movimiento Progresista” vencieron la tentación de “utilizar” la figura de precandidatos para acceder a los tiempos oficiales en radio y en televisión, mismo que se les otorga única y exclusivamente a quienes registran precandidaturas. Sabia decisión, pues de haber utilizado la figura de un “Juanito” las críticas contra la simulación hubiera perjudicado más que favorecido a cualquiera de sus candidatos ya perfilados. Quien sí podrá realizar sus precampañas tal y como lo establece el Instituto Federal Electoral será el Acción Nacional, lo que les permitirá determinar quien enarbolará su candidatura. Hasta el día de hoy se observa una estrecha competencia entre Josefina Vásquez y Santiago Creel, aunque desde la cúpula del poder no se deje de alentar a Ernesto Cordero, a pesar de que éste parece haber alcanzado su techo en las preferencias electorales. La relevancia por saber quién será el candidato blanquiazul radica en que servirá para proyectar cómo se desarrollará la contienda en el 2012.

 

Y es que hay que decirlo con toda claridad, el voto útil, o sea aquél que define el ciudadano hasta el momento de ir a sufragar y que no está plenamente identificado con un instituto político en especial, será el determinante para inclinar la balanza hacia cualquiera de los candidatos presidenciales. Pero también hay que señalarlo, una contienda con porcentajes cerrados sólo beneficiaría al partido tricolor, así lo vimos recientemente en Michoacán, cuando la competencia estrecha entre la candidata de la derecha, María Luisa Calderón y el candidato de la izquierda, Silvano Aureoles, incidió en el triunfo del priísta Fausto Vallejo. Por lo que cabe la pregunta ¿querrá Felipe Calderón quedar en la historia como el Presidente que le entregó al PRI las llaves de “Los Pinos”? Hay quienes consideran que no, de ahí su interés por impulsar la candidatura de Ernesto Cordero, pues un candidato con una imagen débil y falto de carisma haría posible que ese voto útil se fuera hacia el candidato que entre otras cosas impida el regreso del PRI a la presidencia de la república. Por el contrario, una candidata o un candidato blanquiazul fuerte, sólo vendría a confirmar que la única forma de evitar que el partido tricolor gane es yendo unidos en una gran coalición, tal y como sucedió en Oaxaca, Puebla y Sinaloa recientemente. La otra pregunta que surge es ¿permitirán los panistas que les impongan un candidato débil?

 

Enrique Peña Nieto le apuesta a la otrora maquinaria electoral “invencible” de su partido; la que se basa en la movilización y otras estrategias electorales por todos conocidas, como el voto corporativista de sus organizaciones campesinas, populares y de los trabajadores. Por supuesto que el apoyo de los gobernadores resultará fundamental cuando desde la presidencia no cuentan con ese “respaldo” tan necesario en una campaña electoral. Mientras Andrés Manuel López Obrador encuentra su base en la estructura que por años ha construido a través del Movimiento de Regeneración Nacional y que presume tener representantes en los 300 distritos electorales federales. Su reto será verificar que esos representantes son de carne y hueso y no sólo en el papel, tal y como sucedió en las elecciones intermedias del 2009, cuando muchos de ellos ya no se encontraron o simplemente no aceptaron ser sus representantes. De ahí que el reto del tabasqueño sea aperturar los espacios a todas las corrientes de izquierda nacional que contribuyan a su posicionamiento, pero particularmente que le sumen votos al momento de emitir el sufragio. Hoy todos quieren “subirse al carrito” pensando que el efecto “Peña Nieto” o el efecto “López Obrador” les garantiza un puesto de elección popular, cuando debe ser lo contrario; o sea, se deben elegir candidatos a Senadores y a Diputados que contribuyan con votos adicionales a posicionar a sus respectivos candidatos. De ahí la demanda de que sean candidatos nacidos en el estado o distrito donde desean competir, que tengan presencia y trabajo político reconocido por la ciudadanía, que cuenten con un perfil positivo y que no se les vincule con actos delictivos o con un pasado oscuro.

 

Del lado del Acción Nacional habrá que esperar hasta Enero para saber quién se perfila como su candidato o candidata y estar en posibilidades de hacer un análisis más exacto respeto a sus posibilidades reales de triunfo. De mientras cabe decir que el hecho de irse a un proceso interno de selección entre precandidatos, a pesar de que internamente manejen el discurso que exhibe un proceso democrático y que evita la imposición de cualquiera de ellos, lo cierto es que les quita un tiempo valiosísimo para ir definiendo estrategias y construyendo alianzas, como seguramente Andrés Manuel López Obrador y Enrique Peña Nieto si lo harán a pesar de que no contarán con los tiempos oficiales en los medios electrónicos. Hoy que es día de preguntas va la tercera y la cuarta ¿será capaz el PAN de salir fortalecido y unido en torno a quien resulte triunfador del proceso interno?, ¿provocará su resultado la unidad partidista o será motivo para adhesiones a favor de otro candidato? Son preguntas, que conste.

 

Por lo pronto el grito de “en sus marcas” se ha escuchado.

Twitter: @Mario_Mendoza_F