Luego de los ataques terroristas registrados en Paris, el Gobierno de México elevó su nivel de alerta y desplegó, como una primera fase, a mil 400 militares y agentes civiles para la detección de armamento, explosivos o agentes químicos en aeropuertos internacionales y puertos del País.
En estas tareas participan soldados y marinos adscritos a unidades de Fuerzas Especiales expertos en la desactivación de bombas y personal equipado para el resguardo de sustancias peligrosas o detonadores, aseguraron fuentes oficiales.
También una unidad antibombas de la Policía Federal que fue instalada en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), y que cuenta con el respaldo de seis perros entrenados para la detección de distintos tipos de explosivos.
A esas tareas se suman agentes del Cisen, que con el apoyo de organismos internacionales como la Interpol y policías de otros países, elaboran información de contrainteligencia, entre la que destaca la realización de fichas rojas o amarillas de personas que desean ingresar al País.
Esa información es compartida con el personal de Aduanas, instalados en los aeropuertos internacionales, organismo que reforzó desde el sábado la presencia de agentes en terminales aéreas de la Ciudad de México, Guadalajara, Quintana Roo, Guerrero y Baja California, principalmente.
Ayer, el Comisionado Nacional de Seguridad, Renato Sales, confirmó el reforzamiento de la seguridad en aeropuertos, embajadas y fronteras del País.
“Tenemos en particular, por lo que hace a los aeropuertos, incrementada la seguridad, (también) embajadas y puntos fronterizos. Se está incrementando la seguridad, insisto”, señaló en conferencia.
“Sabemos de la situación en términos generales vulnerable para todos, pero hacemos lo que en la medida de lo posible está en nuestras manos”.
En la cadena de información “sensible” también participan agencias de seguridad estadounidenses, en alerta máxima tras la amenaza yihadista de atacar a Washington.
“El plan es parte de un protocolo en materia de contraterrorismo y en colaboración con las autoridades de Estados Unidos, se refuerzan las fronteras y los aeropuertos, que en general siempre cuentan con seguridad.
“Lo que se lleva a cabo (ahora) son registros más puntuales, revisiones más minuciosas a personas o tipos de transporte específicos”, explicó por su parte un mando de la Secretaría de la Defensa Nacional.
El mando, experto en Inteligencia militar, consideró que México no cuenta con una amenaza inminente de un ataque, no obstante, aclaró que podría ser puente para que terroristas arriben al país vecino del norte.
Fuentes de la Policía Federal en el AICM aseguraron que la seguridad se concentra en los filtros aduanales, en la identidad de los usuarios, que tienen como destino el DF o que cuentan con vuelos de escala.
El AICM tiene habilitada una zona conocida como La Gota, alejada de las Terminales 1 y 2, hacia la Alameda Oriente, donde son llevados los aviones con reportes de amenaza de bomba.
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