El mandato de Bartlett en la CFE

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Resulta útil hablar de Manuel Bartlett Díaz cuando su popularidad se desplomó. Hay menos ruido. Según Google, no hay registros previos en su base de datos de la notoriedad que alcanzó el exsenador durante la semana que fue anunciado por AMLO como el futuro director general de la CFE.

Al inicio de este mes, en México la gente buscó más veces el nombre del abogado poblano que el de la estadounidense Kim Kardashian, la reina global del consumismo. Hoy, los internautas siguen buscando su nombre en Google, pero menos que el de Alfonso Romo o Marcelo Ebrard.

¿Qué mandato tendrá el próximo director de la CFE? Está escrito en el Proyecto de Nación 2018-2024 que guio la campaña del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador. Debe bajar la dependencia de gas natural que tiene la empresa para generar la electricidad requerida para cargar el aparato en el que algunos de ustedes leen este texto. ¿Y cómo le hará? Empujando proyectos de energías renovables, hidroeléctricos principalmente.

México se mueve gracias al gas natural. Sin este combustible, la mitad de los focos nacionales y las máquinas que se conectan a un enchufe, no funcionarían. Y, caso curioso, más de la mitad de ese gas indispensable viene de Estados Unidos.

El año que entra ese gas puede subir de precio 5 por ciento… en dólares. El pronóstico es de la Energy Information Administration del país vecino en referencia al Henry Hub, que es el índice más popular.

Sucede que allá sobra y pronto detonarán las exportaciones que pueden hacer en barco a casi todo el mundo. La demanda del mismo producto que hoy sólo comparten con mexicanos y canadienses, subirá, gracias a nuevas plantas de LNG (gas natural licuado).

Ante esta perspectiva, apostar a las energías renovables como las hidroeléctricas que reduzcan la dependencia del gas suena lógico.

Si le preguntan, Ignacio Galán, de Iberdrola, estará listo para proponerles algo gigante. ¿El proyecto con el que sueña? Uno como el que construyó su empresa en la ribera del río Duero que divide a su nación de Portugal.

Una inmensa presa es llenada con bombas que funcionan con energía eólica para subir el agua hasta los montes. En Aldeadávila, territorio de Castilla, cuando no hay viento, el agua es liberada para producir electricidad hasta un embalse más bajo. Cuando no hay agua arriba, usan de nuevo la energía del viento para subir el líquido a la montaña y el ciclo puede repetirse.

Son 809 megawatts de potencia los que genera esa hidroeléctrica, suficientes para media ciudad mediana. Debe costar alrededor de mil millones de dólares.

Bartlett no descarta la inversión privada. Más allá de sus palabras está lo que defendió por escrito en 2002, en una iniciativa de ley presentada por el entonces senador priista Ernesto Gil Elorduy que en pleno auge de la discusión de Vicente Fox en torno a una reforma energética, propuso la complementariedad de la inversión privada.

Tan no la descarta que hoy en la CFE le achacan su defensa de proyectos privados de generación de energía solar que por su conducto vincularon a Juan Acra con Julio de Regil, asesor de la dirección de administración actual en la empresa productiva del Estado.

Bartlett sabe del sector eléctrico, tiene un mandato útil y puede ejecutarlo. Su éxito no solo depende de la energía que conserve para echarlo a andar, además transparentemente. En eso va su reputación y la de quien pronto será su jefe, el presidente electo de México, AMLO.

Fuente: elfinanciero.com