Educación para el desarrollo: Isaac Leobardo Sánchez

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Con tristeza vemos como el gobierno que prometía cambiar para bien a la entidad, ha cometido sendos errores y parece que no tiene la menor idea de cómo gobernar, lo que es peor existen grupos que se empeñan en lograr que fracase, creyendo que con su fracaso terminarán ganando, no se dan cuenta que están contribuyendo a la miseria generalizada. El escenario actual de la entidad hace pensar que nunca saldremos del subdesarrollo.

Para despejar nuestro negro panorama una opción real consiste en lograr acceso universal a la educación y que esta sea de elevada calidad. La educación es uno de los pilares de la sociedad. Además de ser un derecho humano fundamental, contribuye a que el ser humano alcance objetivos económicos, sociales y morales.

La educación formal es responsabilidad del Estado, pero existe una educación informal, la que se da en la casa, en el barrio, en la colonia, etc. que es responsabilidad de los ciudadanos, son ellos los que deben trabajar para mejorarla, mientras no lo hagan cualquier esfuerzo estatal está condenado a fracasar. La mala noticia con los esfuerzos en educación es que su impacto se observa únicamente en el largo plazo.

Hoy en día, con datos de la Fundación IDEA, se tiene que Oaxaca ocupa la posición 29 de 32 entidades en materia de calidad educativa. Para crear este indicador IDEA utiliza una lista de aquellos factores que la literatura existente señala como responsables de las virtudes y fallas del sistema educativo. Entre otras cosas, el índice de calidad educativa considera la infraestructura de las escuelas y la preparación académica de los docentes.

Si el índice general de calidad educativa se descompone entre primarias y secundarias. El resultado es desastroso para Oaxaca, ya que en primarias ocupa la posición 32 de 32 entidades y en secundarias la 25 de 32. Las cifras no mienten, Oaxaca es un desastre en materia educativa formal.

De acuerdo con la Fundación IDEA, algunos factores concretos que promueven el desempeño educativo son: 1) el método pedagógico de los profesores; 2) profesores y directores con residencias próximas al plantel escolar; 3) profesores y directores inscritos al Programa de Carrera Magisterial; 4) directores con mayor experiencia; 5) docentes y directores con mayor formación académica; 6) directores que se desempeñan también como docentes; 7) directores que han tenido una comisión sindical; 8) existencia de materiales curriculares y didácticos y 9) planteles escolares en buenas condiciones.

En el caso particular de Oaxaca, recomponer el estado de la educación formal pasa por un aumento de los ingresos canalizados a este importante factor del desarrollo, pero también por el fortalecimiento de los mecanismos de transparencia y rendición de cuentas. De vital importancia es el diálogo que pueda existir entre las autoridades y el sindicato de trabajadores de la educación, ya que este último es el que desde hace más de veinte años se ha dado a la tarea de obstaculizar la mejora educativa.

El gobierno del estado en los próximos días debería presentar a toda la ciudadanía una estrategia integral para la mejora de la calidad educativa. Un plan que atienda problemas centrales como la corrupción (sindical y gubernamental) y la incapacidad de muchos docentes para realizar sus funciones. El equipamiento y la infraestructura de los centros escolares, así como la ampliación de los tiempos que los niños pasan en las escuelas.

El diálogo con el sindicato de trabajadores de la educación es urgente, si no prospera, las nuevas autoridades deben afrontar el costo político de desaparecer el sindicato, las ciudadanos estamos en nuestro derecho de despedirlos y volver a integrar la planta docente con personal calificado, que apruebe exámenes de calidad y que esté dispuesto a someterse a exámenes médicos, psicológicos y educativos cada cierto tiempo, para garantizar que los responsables de la educación formal sean personas de probada calidad moral, buen estado de salud y conocimiento de los temas que imparten.

Si las reformas al sistema educativo se postergan por miedo al costo político, por complicidad o incapacidad, las consecuencias serán la prolongación y quizás la consolidación del subdesarrollo. La ciudadanía tiene que organizarse y dejar atrás la pereza y el miedo, para enfrentar con sus acciones pacíficas, intelectuales y reformadoras a aquellos que se dicen profesores, pero que en realidad son vividores del presupuesto público, que lejos de aportar a la educación la deterioran cada vez más.

Atrapados en miles de círculos viciosos, los oaxaqueños podemos salir de ellos si mejoramos el estado de la educación, si pasamos de último al primer lugar en materia educativa. Educación para el desarrollo, esa debe ser la meta de la nueva administración, junto a una estrategia pro crecimiento y competitividad.

La tarea es inmensa, tanto del gobierno como de la ciudadanía, la tenemos que hacer, si es que no queremos ser reprobados por las condiciones impuestas por el nuevo contexto mundial, que castiga severamente a aquellos que no concentran sus esfuerzos en ser competitivos.

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* Doctor especialista en estudios regionales y profesor-investigador de la UACJ