Don Rodolfo Osorio Zafra y su siglo de historia viviente: Alfredo Martínez de Aguilar

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* Con 6 hijos –dos ya fallecidos-, 18 nietos, 26 bisnietos y 3 tataranietos, su familia y amigos rindieron merecido homenaje al destacado oaxaqueño al cumplir 100 años de historia viviente.

* “La vida es corta, así que –recomienda- rompe las reglas, perdonen rápidamente, besen lentamente… amen de verdad, rían incontrolablemente y nunca lamenten nada de lo que les hizo sonreír. Cuando la vida les presente razones para llorar, demuéstrenle que tienen mil y una razones para reír”.

Con todo y que la vida por más años que acumule es, finalmente, tan solo un soplo fugaz en el universo infinito, no deja de ser la más hermosa de las aventuras jamás vividas por los seres humanos.

Al mismo tiempo las vivencias, alegrías y tristezas, triunfos y derrotas, salud y enfermedad, conforman las invaluables experiencias y todo ello es la más grande lección de vida: nacer y no morir del todo.

Hechos a imagen y semejanza de Dios, según enseña el Génesis, tiene una explicación científica y lógica, según resumió genialmente Aristóteles: Nada de lo que hay en el Universo perece, sólo se transforma.

Las iglesias cristianas, sobre todo, católica, llaman a esa energía vital, imperecedera en el tiempo infinito del universo, alma o espíritu. Teología, religión y fe, no  están divorciadas de la ciencia, van de la mano.

La carga genética heredada de nuestros viejos abuelos que se pierde en la noche de los tiempos y legada a nuestros hijos y nietos garantiza, además nuestra inmortalidad o vida eterna.

Un ejemplo de ello es don Rodolfo Osorio Zafra, originario de la tres veces Heroica Ciudad de Tlaxiaco, con 6 hijos –dos ya fallecidos-, 18 nietos, 26 bisnietos y 3 tataranietos, quien cumplió 100 años; motivo por el cual su familia y amigos rindieron merecido homenaje.

Durante la Acción de Gracias, en el Templo de la Sangre de Cristo, pidió que su nieto Rodolfo Osorio Villanueva, leyera sus reflexiones, que son una gran lección de vida para su familia y amigos.

“Hoy no solo celebro un cumpleaños, celebro un siglo de andar por este camino llamado vida, haciendo lo que más me gusta… tener experiencias con gente que aportan algo a mi existir; desde una sonrisa hasta los momentos que he vivido con cada uno de los aquí presentes.

“Para todos ustedes solo tengo palabras de agradecimiento por hacer que me sienta tan orgulloso de mi ser, cada vez que veo al pasado y veo mis logros, siempre veo una cara conocida, los veo a ustedes.

“Quiero expresar mi gratitud a la vida, pues me ha dado muchas cosas maravillosas, cada día me da un hermoso amanecer y una oportunidad más para hacer realidad todos mis sueños al lado de las personas que más quiero. He prometido dar todo lo mejor de mí y construir junto  mi familia un mejor mañana.

“Los amigos, al igual que los grandes logros de la vida, son selectos, se hacen paso a pasito, a fuego lento. Gracias por crear este sueño conmigo.

“En la vida, uno puede devolver un préstamo en oro, pero siempre se está en deuda de por vida con aquellos que son amables con uno, lo que hacemos por nosotros mismos muere con nosotros, lo que hacemos por otros y el mundo permanece y es inmortal.

“La vida es corta, así que… rompe las reglas, perdonen rápidamente, besen lentamente… amen de verdad, rían incontrolablemente y nunca lamenten nada de lo que les hizo sonreír. Cuando la vida les presente razones para llorar, demuéstrenle que tienen mil y una razones para reír.

Así que… continúen riendo, comiendo, bebiendo y bailando a mi lado. Gracias por ser y estar conmigo, disfrutemos el momento… ¡Bienvenidos sean todos!

Más tarde, durante la comida, Rolando Osorio Robles, preguntó: ¿Qué festejamos hoy? Y respondió: La celebración de un hombre que ha vivido un Siglo de Vida, se dice fácil, pero es la trayectoria de 100 años de historia vivida, una revolución, una guerra civil, muchas transiciones de gobierno, la llegada del hombre a la luna, fuertes terremotos que han sacudido al país y al estado, cambios de moda, etcétera. Un cúmulo de experiencias.

“Pero tal vez para algunos, no pudiera tener mucha importancia hasta qué edad vivimos, lo importante es saber cómo vivimos y sentir que no vivimos en vano.

“Y este hombre que hoy me llena de orgullo llamarle Padre, no vivió 100 años en vano, nació y creció en una época muy difícil en la que nuestro país se vio fuertemente ensangrentado por una revolución y la Guerra Cristera.

“Se formó en un una familia de cuna modesta de clase media, sencilla pero numerosa, tal vez con carencias como muchas más por los tiempos que se vivían, pero de buenos principios.

“Desde muy corta edad supo lo que era ganarse el pan con el sudor dela frente, pero siempre con el deseo de ser alguien en la vida trabajando con honradez, dedicación y esfuerzo.

“Para mis hermanos y para mí, los 44 años ininterrumpidos de nuestro padre en el servicio público del Gobierno del Estado de Oaxaca en el ramo fiscal, fueron un orgullo y ejemplo, y que por su acrisolada honradez y apasionada entrega, le fueron reconocidos haciéndose merecedor en 1972 a la Medalla de Oro en Honor al Mérito otorgada por el entonces Gobernador Fernando Gómez Sandoval.

“No menos que esto, fue también satisfactorio y nuevamente de orgullo para la familia, siendo él ya jubilado por el Gobierno, ver publicado en 2007 en uno de los diarios de mayor circulación en el estado su historia de vida intitulada “Don Rodolfo Oso Zafra, prototipo en el servicio público estatal”.

“¡Cómo no recordar, ahora, mi niñez y adolescencia y reconocer sus tributos como padre en nuestra infancia! Este gran hombre nunca aspiró en su modestia a tanto, sin embargo, mi reconocimiento porque nos supo abrir las ventanas para ver un nuevo horizonte y tener la facultad para entender y comprender, y la habilidad de acertar con inteligencia y responsabilidad, buscando siempre capacitarnos para recibir las más elevadas enseñanzas.

“Quiero terminar esta palabras diciendo a este gran señorón que sienta que su deber como hijo, esposo, padre de familia y como servidor de l sociedad, fue cumplido, que sus desvelos, consejos y entrega, se vieron coronados por el éxito al hacernos personas de bien”.

Rolando, pidió a los presentes ponerse de pie y con su copa en la mano brindar por el Siglo de Vida de su padre, Don Rodolfo Osorio Zafra.

Posteriormente, Blanca Azucena Villanueva Abraján, hizo una amplia y detallada semblanza familiar del festejado, a quien entregó un Reconocimiento del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores, firmado por el titular de Sedesol, Eviel Pérez Magaña, y el director general del Inapam, Carlos Roberto Alonzo Zetina.