Diferendo Vargas Llosa y Lopez Obrador: Luis Octavio Murat

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Una vez más, el anti intelectualismo de Andrés Manuel se manifestó cuando se enteró de la opinión del escritor peruano respecto a su candidatura a la presidencia de México.

Mario Vargas Llosa presentó su último libro titulado “La llamada de la tribu” en una rueda de prensa efectuada en la Casa de América, en Madrid, España.

Ante los periodistas que acudieron a cubrir el evento, el escritor aprovechó la reunión para expresar su opinión respecto a las próximas elecciones generales que se efectuarán en México, incluida la presidencial.

Vargas Llosa dijo: “Es una posibilidad, y las encuestas dicen que es grande, de que México retroceda de la democracia hacia una democracia populista, demagógica. ¿Van a ser tan insensatos los mexicanos teniendo el ejemplo trágico, horrible de Venezuela, de votar por algo semejante?”.

Agregó que si los mexicanos se pronuncian por López Obrador estarían cometiendo un “suicidio democrático”, toda vez que el candidato de Morena representa una democracia con “recetas que están absolutamente fracasadas” en todo el mundo.

Puso como ejemplo a Perú, afirmando que si en un determinado momento la familia del ex presidente Alberto Fujimori regresara al gobierno significaría “retroceso terrible” para el país. “Mi esperanza es que el populismo no gane, sino más bien retroceda”.

El escritor no tuvo que esperar mucho tiempo para enterarse de la respuesta del candidato de Morena: “Vargas Llosa es un buen escritor y mal político”. “No me voy a enganchar, no voy a caer en ninguna provocación”, reiteró López Obrador a los periodistas. Nada, nada, nada, nada, amor y paz, finalizó diciendo a la prensa fifi, como él la llama.

En parte, López Obrador tiene razón porque Mario Vargas Llosa, en su experiencia política no ha tenido éxito. Los retos políticos como el de competir por la presidencia de Perú contra Alberto Fujimori en 1990, terminó derrotado  debido a los errores cometidos y a la campaña sucia desatada en su contra, campaña muy parecida a las que ahora se están utilizando en México en contra de Ricardo Anaya candidato de la alianza PAN, PRD y MC.

Admirador y simpatizante de la Revolución Cubana en sus tiempos juveniles, terco restaurador de las políticas públicas de el ex presidente Alan García, Vargas Llosa no entendió que sería imposible crear riqueza en un país arrasado por el populismo, según las teorías económicas de  Karl Popper quien afirmaba “Que la ignorancia no es la ausencia de conocimientos, sino el hecho de negarse a ellos”.

Los tres años que le dedicó a la política para llegar a ser presidente de Perú, Vargas Llosa se apartó de la literatura. Al fracasar en su intento el escritor entendió que se había equivocado.

En su libro “El pez en el Agua” narra lo frustrante que fue el pensar  en todas esas novelas que dejó de escribir, en los libros que dejó de leer  por caer en la tentación de querer ser presidente del Perú.

No fue extraño saber como Fujimori desataba su anti intelectualismo contra Vargas Llosa burlándose de sus libros, de su cosmopolitismo, de su ateísmo, de su desprecio por lo popular, de su neoliberalismo.

Una anécdota de las “Las 2 Orillas” narra que: Un día después de la primera vuelta electoral el escritor fue a la casa de su adversario y le ofreció renunciar y reconocer la derrota para ahorrarle al país los millones de dólares  que podría costar la elección. Al día siguiente, Fujimori le comunicó a los medios que Vargas Llosa estaba asustado y al futuro Nobel no le quedó otra vía que continuar la elección sabiendo de antemano que sería derrotado.

En efecto, consigna “Las 2 Orillas”, Vargas Llosa fue arrasado, burlado, vilipendiado. Pasó el tiempo y ya nacionalizado español se fue a vivir a Madrid donde escribió sus memorias y más novelas. 20 años más tarde Alberto Fujimori sería encarcelado por el escándalo Montesinos y él, Vargas Llosa, se convertía en el primer peruano en ganar un Premio Nobel.

Si, Mario Vargas Llosa es un espléndido escritor, sus novelas como “La fiesta del Chivo” nos erizan la piel, su prosa clara, cruda y precisa capta a cualquier público que guste de la lectura, toda vez que el abundante trabajo del escritor nos da para rato. Creo entonces, que el destino del escritor no se equivocó al frustrar su intento de ser político, pues la literatura ganó a un enorme escritor. Por eso tiene algo de razón el mensajero de Macuspana al calificar de mal político a Vargas Llosa y buen escritor, calificativos que se podrían colocar al revés, pues Andrés es un buen político, pero mal escritor y pésimo orador. Las letras y la literatura no son dominios de los anti intelectuales que se caracterizan por su propio miedo, no de la política o de los intelectuales políticos, sino de ellos mismos, de sus propios instintos, de sus responsabilidades, de la soledad en la que viven cuando todo el espectáculo del día llega a su fin, de la sociedad, de los medios, de la cultura, del razonamiento y de las ideas mismas.

“Es por eso que el anti intelectual desconfía de los planteamientos radicales del intelectual; porque éste es la conciencia crítica encarnada, el otro la negación de la conciencia”, afirmó Jean Paul Sartre.

@luis_murat

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