Las autoridades libias detuvieron este sábado a unos 600 migrantes africanos indocumentados que preveían atravesar el Mediterráneo para llegar a Europa, indicó un responsable de los servicios de guardacostas.
Los migrantes fueron detenidos en el marco de una vasta operación en la región de Trípoli, en la que fueron incautados aparatos de telecomunicaciones.
“Encontramos dispositivos de telecomunicaciones como GPS, tres teléfonos satelitales, 10 móviles locales, computadores y chalecos salvavidas”, afirmó Abd Al-Naser Azzam, portavoz de una unidad policial que combate a la migración ilegal.
Centenares de personas fueron trasladadas a centros de retención en Trípoli, donde las autoridades les brindaron agua y alimentos.
En Libia, la violencia ha aumentado significativamente desde el derrocamiento de Muamar Gadafi en 2011, el cual fue propiciado por una operación militar en la que participaron países como Francia, Estados Unidos y Gran Bretaña.
Los migrantes indocumentados no han cesado de salir rumbo a Europa, desde que el país, que cuenta con mil 770 kilómetros de costas, se sumió en el caos, minado por la lucha por el poder -dos gobiernos y dos parlamentos- y diezmado por los combates, dejando así las manos libres a los traficantes de personas.
Las costas libias se encuentran a poco más de 300 kilómetros de la isla italiana de Lampedusa, y centenares de migrantes procedentes de África, Siria u otras zonas de conflicto intentan con frecuencia alcanzarla.
El Gobierno de Trípoli, controlado por una coalición de milicias no reconocida por la comunidad internacional, lanzó recientemente un plan de lucha contra la inmigración clandestina y los traficantes de personas, aumentando el número de detenciones.
Al menos cinco migrantes tunecinos murieron cuando el barco en el que navegaban hacia Italia se volteó frente a la costa de Túnez, dijeron las autoridades.
“Un barco que trasladaba a decenas de emigrantes se volcó el sábado frente a las costas de Monastir (…) Las fuerzas navales rescataron a 49 inmigrantes tunecinos vivos y recuperaron cinco cadáveres”, indicó un funcionario naval.
Los contrabandistas utilizan la proximidad de Túnez a la costa de la isla italiana de Lampedusa para trasladar a inmigrantes en barco. Las autoridades tunecinas rescataron en las últimas semanas a decenas de personas que viajan en botes inseguros.
La mayoría de los contrabandistas prefieren operar fuera de Libia para explotar un vacío de seguridad en un país dividido por una lucha por el poder entre dos gobiernos rivales.
Un mes después de que 900 inmigrantes murieran ahogados en el peor naufragio que se recuerde en el Mediterráneo, el flujo de personas desesperadas para alcanzar una vida mejor en Europa se ha acelerado en la medida en que los contrabandistas de personas aprovechan sus aguas más calmas.
La pasada semana, la Unión Europea acordó establecer una misión naval para atacar a las bandas que trafican emigrantes desde Libia.
AFP y Reuters.
