Desplazados triquis, negocio de gabinistas en la Segego: Alfredo Martínez de Aguilar

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Para contribuir a fortalecer la gobernabilidad indispensable es reiterar que entre muchos problemas de fondo, el Gobernador Alejandro Murat sigue enfrentando a enemigos y traidores.

De manera, dolorosa y lamentable, se confirma que el mandatario estatal está solo contra las mafias del crimen político organizado…, dirigido por los ex gobernadores enemigos de su padre.

Más grave resulta que dichos enemigos y traidores se encuentren en su gabinete. Mientras no desmantele la estructura gabinista en los mandos altos y medios, fracasará su gobierno.

Estos últimos capitalizan a su favor que sus amigos y colaboradores más cercanos no conocen ni siquiera las calles de la ciudad, menos las ocho regiones y 13 mil localidades del Estado.

Los jóvenes amigos y colaboradores del mandatario estatal, de ninguna manera son tontos. Son inteligentes. Cuentan a su favor con el enorme activo de una sólida formación académica.

Están doblemente obligados en consecuencia a ser más humildes, y a contar con mayor visión y sensibilidad política. Si le va mal a su amigo y jefe, a querer o no, también les irá mal a ellos.

Claro que quizás poco o nada les importe porque, de entrada, no tienen enterrado su ombligo en tierra oaxaqueña y, por tanto, no sienten ningún amor por Oaxaca ni están arraigados a la misma.

Los jóvenes, oaxaqueños y no, que invitó el gobernador a colaborar avanzan en la curva del aprendizaje. Difícil, complejo y complicado proceso de enseñanza-aprendizaje, ciertamente.

Merecen, sin embargo, el beneficio de la duda. Tienen pleno derecho a ello. Están obligados a no fallar a su amigo y hoy nuevamente jefe. La primera obligación de los amigos es la lealtad.

Es y debe ser un claro compromiso de vida. De ser estrictamente necesario, es estar dispuesto a matar y morir por el amigo. Código de honor que, lamentablemente, se ha olvidado.

Las cosas se complican porque la estructura gubernamental de origen diodorista-gabinista, no ha sido desmantelada. Como es, lógico y natural, quienes tienen el fierro de ambos establos en las nalgas, se dedican a sabotear el trabajo de Alejandro Murat.

Pueden hacerlo fácilmente. Están ubicados estratégicamente en mandos altos y medios. Controlan férreamente en su beneficio personal y faccioso dependencias sumamente vulnerables en secretarías estratégicas como son las áreas administrativas, recursos humanos, compras y adquisiciones.

En tales condiciones, el gobernante oaxaqueño que hizo renacer la esperanza de cambio, se enfrenta diariamente a enemigos y traidores. La actuación desleal y soterrada de los traidores es peor que la de los enemigos, muchas veces más honorables.

Urge, pues, un proceso de reingeniería en la estructura del Poder Ejecutivo para evitar más sabotajes. Si no se desmantela la estructura administrativa diodorista-gabinista quedará impune el saqueo de Oaxaca porque el combate a la corrupción será entorpecido.

Prueba de ello, una conjura aldeana más salpicada con agua bendita, se ha puesto en marcha en contra de Murat por el poder fáctico de la sotana, la lana y una dama, detonantes de conflictos.

Las baterías de la artillería de los grupos de presión política y chantaje económico han sido enderezadas contra el responsable de la política interior del Estado, Héctor Anuar Mafud Mafud.

¿A quién o a quiénes estorba Mafud, quien por tercera ocasión ocupa la Secretaría General de Gobierno? En principio, a quienes fueron renunciados y quienes quieren ocupar su lugar asegurando tener más méritos.

Sin espíritu conspiracionista, indispensable es probar nuestro dicho con elementos de juicio objetivos. Se trata de un complot desde el propio Gobierno de Oaxaca usando a grupos de presión.

Participan funcionarios y ex funcionarios de la Secretaría General de Gobierno (SEGEGO) que han convertido a los desplazados triquis en un gran negocio iniciado en el desgobierno de Gabino Cué.

No son ajenos, desde luego, de manera destacada los gabinistas, Arturo de Jesús Peimbert Calvo, y el Padre guerrillero Uvi, apoyados por ex gobernadores enemigos de José Murat e, incluso, amigos de éste.

En una carambola de tres bandas, Francisco, Romualdo, Wilfrido Mayrén Peláez y el presidente de la Comisión para la Defensa de los Derechos del Pueblo de Oaxaca, van por la cabeza de Mafud.

En esta aparentemente magistral jugada de billar, unos y otros utilizan a la autoimpuesta dirigente del grupo minoritario de desplazados triquis, Lorena Merino Martínez, cuyos chantajes apoyan.

Los titiriteros de Lorena aprovechan a su favor su habilidad y perversidad de india ladina para usarla como ariete político en contra de Alejandro Murat. Héctor Anuar Mafud es solo el pretexto.

El objetivo del bloqueo del complejo de Ciudad Administrativa y el cierre de los accesos del Palacio de Gobierno por parte de Lorena Merino, durante el cual golpearon a los policías de guardia para provocar que se actuara contra ellos y denunciar represión, no es otro que evitar el recuento de desplazados.

A toda costa, la vivales indígena ladina Lorena Merino busca evitar que la Secretaría de Gobernación confirme que ya ni siquiera llegan a diez los triquis desplazados del minúsculo grupo familiar que manipula.

Abimelek Ramírez Merino no reside en la capital oaxaqueña, sino en Juxtlahuaca, Jordán González Ramírez vive, en Juxtlahuaca Tierra Blanca, Margarito Cruz Santiago radica en la Ciudad de México. Luis Merino Martínez, hermano de Lorena vive en Juxtlahuaca, y su otro hermano, Gerardo, está en EEUU.

Los complotistas locales mantienen acciones concertadas con los supuestos defensores nacionales de los derechos humanos cobijados bajo las sotanas de curas izquierdistas de la Iglesia Católica.

El Ombudsman local, en realidad, prestanombre sentimental de Gabino, y el Comisionado Diocesano de Justicia y Paz, son apoyados por otros seguidores de la Teología de la Liberación.

De manera preponderante se mantienen aliados con la ex Coordinadora de Derechos Humanos de Gabino Cué, María Eréndira Cruzvillegas Fuentes, actual Cuarta Visitadora General de la CNDH.

La ex titular de la Fiscalía Especializada de Búsqueda de Personas Desaparecidas de la Procuraduría General de la República (PGR) es la correa de transmisión con “lucradores” de derechos humanos.

Especial lugar ocupa Miguel Álvarez Gándara, presidente vitalicio de Servicios y Asesoría para la Paz (Serapaz), fundado por el Obispo de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, Samuel Ruiz García.

El llamado Obispo Rojo encabezó al lado del Arzobispo de Oaxaca, Bartolomé Carrasco Briseño, el grupo de presión de los Obispos de la Región Pastoral Pacífico Sur al interior de la Iglesia Católica.

Los otros obispos integrantes de la Región Pastoral Pacífico Sur, son los purpurados José T. Sepúlveda, Jesús Castillo Rentería, Braulio Sánchez, Hermenegildo Ramírez y Jesús A. Palacios.

Por otro lado, la Sección XXII de la CNTE reinició su embestida contra el Gobierno de Oaxaca. Ahora contra la administración de Alejandro Murat. No importa a los dirigentes, encabezados por el ayotzinapo Eloy López Hernández, el diálogo permanente con ellos del mandatario estatal.

Nuevamente, de manera más que lamentable y dolorosa, el tiempo nos da la razón. Otra vez enseñaron el cobre de su radicalismo con el reinicio de las presiones y chantajes. De nada ha servido que la Federación y el Gobierno de Oaxaca hayan cedido a sus demandas.

Con mucha antelación advertimos que más pronto que tarde, los activistas y milicianos del Cártel de la Sección XXII de la CNTE rechazarían el diálogo abierto, cara a cara con el gobernador Alejandro Murat. No aceptan las negociaciones sobre la mesa y menos públicas.

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