Del Zócalo a los Pinos: Raúl Castellanos

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Gobernador Gabino Cué Monteagudo“LA SOCIEDAD VOTÓ Y CASTIGÓ”; el primer saldo favorable de las elecciones del pasado domingo es que no hubo muertos, confrontaciones violentas mayores, si acaso operaciones caza mapaches de todos colores y sabores; es deseable que los que ganaron asuman la victoria con humildad y vocación incluyente -aunque por los perfiles de algunos ganadores, lo más probable es que no tarden en iniciar guerras santas- y los que perdieron asuman la derrota con serenidad y la convicción de que nada es para siempre; la lectura fundamental y de fondo es que el pueblo salió a votar y castigar a los malos gobernantes que tienen nombres y apellidos; hay quienes la culpa de la derrota del PRI se la endosan al Presidente Peña Nieto, fue un referéndum pregonan sus adversarios, es posible que en términos globales el juicio tenga un alto nivel de certeza, el gobierno federal ha sido omiso y lento en sus reacciones frente a problemas coyunturales que incluso han cobrado relevancia internacional; sin embargo, esta no fue una elección nacional, se trató de elegir presidentes municipales y diputados locales en 13 estados, doce gobernadores y la integración complementaria de la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México; de ahí que fundamentalmente fue un voto de castigo a las gestiones locales, de pésimos gobernadores, omisos en sus responsabilidades, cuando no cómplices de crímenes, arbitrariedades, violaciones a los derechos humanos y las leyes, desvíos de recursos; se castigó a gobernadores frívolos, cínicos, que en sus castillos se sintieron hechos a mano por Dios, intocables; sus abusos de poder no tuvieron límite, persiguieron a sus adversarios y críticos en forma ilegal, inmoral y cobarde; el voto del domingo fue contra ellos, contra sus excesos; ellos son los responsables de que sus alfiles o los candidatos de su partidos perdieran. En síntesis, las elecciones fueron un plebiscito en los estados, el pueblo (y esto es una de las virtudes de la democracia) los esperó y se las cobró en las urnas; de las doce gubernaturas en disputa, nueve estaban en manos del PRI de las cuales perdió seis (Durango, Aguascalientes, Chihuahua, Quintana Roo, Tamaulipas y Veracruz), conservó Hidalgo, Tlaxcala y Zacatecas; por su parte la alianza PAN-PRD, tenía Sinaloa, Oaxaca y Puebla, perdió las dos primeras y se llevó una victoria pírrica en Puebla gracias a la desvergonzada elección de estado operada por el “Gober Precioso II”, Moreno Valle; como era de esperarse el PAN, en la frivolidad política total, ya canta su regreso a los Pinos en el 2018, desde el “niño Fidencio” de la política a la mexicana, Ricardito Anaya, que ya se siente posicionado de la “Silla de Krauze” –como la llamó Peña Nieto- hasta la señora Zavala, que encabeza el proyecto reeleccionista de su cónyuge Felipe Calderón, se lanzaron a los medios a festinar; por su parte el líder del Revolucionario Institucional, Manlio Fabio Beltrones expresó “el PRI asume con responsabilidad el mensaje de la ciudadanía al partido y a sus gobiernos, hay cosas que reflexionar y cambiar”, lo que en buen romance es un reconocimiento de la derrota y una autocrítica, que ojalá se asuma con responsabilidad; el otro ganador del domingo lo es Andrés Manuel y Morena. No ganó gubernatura alguna, pero se convierte en segunda fuerza como partido en Veracruz, Zacatecas y Oaxaca y adquiere notable presencia en otros estados, lo cual no es cosa menor, además de llevarse el mayor número de escaños Constituyentes en la Ciudad de México; por su parte el PRD aumenta su orfandad y por lo que se advierte no le quedará de otra que seguir siendo comparsa de la derecha o plegarse a lo que López Obrador les quiera dar por apoyarlo, no se ve cómo pueda ser competitivo con candidato presidencial propio; en este contexto el escenario del 2018 cambia radicalmente, por principio se advierte en tercios, lo que aumenta las posibilidades de Andrés Manuel, de alguna forma PRI y PAN ocupan el espacio de la Centro Derecha y Morena el de la izquierda social, pero sobre todo parece que el hastío social ya está llegando al límite; diría uno de los clásicos “debemos hacer algo más que dejarlo a la suerte”, ¿ alguien puede asegurar que esto ya está decidido ?…! 5 años de resistencia ya solo faltan 175 días para que Gabino Cué pase a ocupar su lugar en el basurero de la historia ?…

RAÚL CASTELLANOS HERNÁNDEZ /  @rcperseguido