Del Zócalo a los Pinos: Raúl Castellanos

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CENSURAR A LA PRENSA ES UN ACTO DE TIRANOS.

Consultando crónicas de medios estadounidenses, VOX recuerda que Sean Spicer (al día de hoy Vocero de la Casa Blanca) dijo apenas en diciembre del año pasado que “la prohibición de los medios de comunicación es algo que sólo las dictaduras hacen” y concluyó “esto es lo que hace la diferencia entre una democracia y una dictadura”.

De todos los frentes que ha abierto en cinco semanas que lleva en el poder Donald Trump, su confrontación con los medios de comunicación será (me atrevo a especular) la que más temprano que tarde le impondrá mayores costos por la complejidad del sistema político norteamericano y por la terrible división que ha provocado en la sociedad. Si bien es difícil apostar a que será destituido, estoy cierto que la prensa contribuirá de forma relevante a reservarle un lugar de honor en el “basurero de la historia”.

La semana pasada, tres hechos, dos relacionados directamente con la prensa y otro “colateral”, evidenciaron el nivel de confrontación a la que ha escalado Trump frente a aquellos medios que lo critican, cuestionan y evidencian sus incongruencias y desaseos en la toma de decisiones de Estado.

El viernes, de forma repentina y sin aviso, Sean Spicer decidió sustituir la tradicional conferencia de prensa, transmitida en directo por toda la fuente acreditada, por una reunión restringida “fuera de cámaras”, convocando sólo a los corresponsales de algunos medios y excluyendo a otros; en especial a los que se han distinguido por difundir los acuerdos o por lo menos conversaciones de los cercanos –de Trump- con personajes rusos.

Los medios que se quedaron sin “invitación” fueron: la BBC de Londres, The New york Times, Los Ángeles Times, la cadena de televisión CNN y el medio digital “Político”; los reporteros de la agencia Associated Press y de la revista Time, que sí estaban “convocados”, acordaron no asistir en protesta por la decisión de la Casa Blanca. Entre los que sí pudieron ingresar, están los de tendencia conservadora, Breitbart News, One American Network y The Washington Post. También asistieron periodistas de The Wall Street Journal, la agencia Bloomberg y las cadenas ABC, CBS y Fox News.

“Nada como esto había ocurrido jamás en la Casa Blanca en la larga historia que tenemos cubriendo múltiples gobiernos de diferentes partidos” declaró –con indignación Dean Baquet, Editor Ejecutivo del NYT; Paul Danaher, Director de la Oficina de la BBC en Washington D.C. declaró “lo que sucedió hoy no se ajusta a ningún tipo de casos” –especiales o de fuerza mayor-; Jeff Mason, presidente de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca hizo pública una declaración “la directiva de la WHCA protesta enérgicamente en contra de cómo la Casa Blanca ha organizado la reunión de hoy”.

Por su parte, el mismo viernes, en la Conferencia de Acción Política Conservadora Trump sentenció: “la prensa es transmisora de noticias falsas y enemigos del pueblo, son muy inteligentes, muy astutos y muy deshonestos”.

Ya como “cereza del pastel”, el sábado se anunció que Trump no asistirá a la Cena de Corresponsales de la Casa Blanca que se celebra desde principios del siglo veinte. La primera se realizó en 1920 y a partir de 1924 son invitados los presidentes, que aprovechan la ocasión para mostrar su perfil humano y hasta humorístico, haciendo bromas de otros políticos y de sí mismos.

Utilizando su ya tradicional cuenta de twitter, con cierta sorna escribió: “No participaré en la Cena de Corresponsales de la Casa Blanca de este año. Por favor, manden mis mejores deseos a todos y pasen una estupenda velada”. O sea “Ahí se ven” y aléguenle al ampáyer.

La respuesta fue contundente, “La organización de corresponsales toma nota del anuncio del Presidente Trump. Los planes siguen adelante para un evento que ha sido y seguirá siendo una celebración de la Primera Enmienda, que defiende la libertad de expresión y el importante papel desempeñado por medios independientes en una república sana”. ¿Así o más claro?

Finalmente Steve Bannon, agitador y representante de la ultra derecha, recién estrenado “Estratega en Jefe de la Casa Blanca”, en su primera aparición formal, delineó las formas de su discurso del miedo y la agresión: “Si piensan que les vamos a dar nuestro país de vuelta están equivocados. Todos los días habrá que luchar”. Convocó a los ultras conservadores que lo ovacionaban.
En otras ocasiones, Bannon ha dicho: “El miedo es una buena cosa, el miedo lleva a tomar medidas” “¿Preferirías que tu hijo tuviese feminismo o cáncer?” “La píldora anticonceptiva hace que las mujeres dejen de ser atractivas y se vuelvan locas” “Abolir la esclavitud fue una mala idea”. De esta calaña es el hombre que cataloga a la prensa como “el partido de la oposición”.

Estamos siendo testigos del avance de las acciones totalitarias de Trump y su mafia de fascistas. Turbulentos, oscuros tiempos.

¿Alguien puede asegurar que esto ya está decidido?

RAÚL CASTELLANOS HERNÁNDEZ / @rcastellanosh