Danají la leyenda, historia de amor y lealtad inundó de nuevo el Auditorio Guelaguetza

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Amor, tragedia y dramatismo se vivió como cada año en el Auditorio Guelaguetza, con la presentación  número 36 de “Danají, la leyenda”, la cual cautivó a miles de visitantes y oaxaqueños

El escenario, las luces y vestuarios, llevó a todos los espectadores a tiempo de antaño en donde un príncipe mixteco se enamoró de una princesa zapoteca.

En el Cerro del Fortín, se relata como Danají o “Alma Grande”, fue perseguida por la tragedia. Un sacerdote descifró en el cielo la fatalidad, sería sacrificada por el gran amor que le tenía a su pueblo.

La presentación inicia con la interpretación dancística de unos 84 jóvenes quienes con gran algarabía celebran el nacimiento de la hija del señor de Zaachila, el rey Cosijoesa.

Los aplausos no se hicieron esperar entre ellos los del gobernador Alejandro Murat y el edil José Antonio Hernández Fraguas, quienes junto a sus esposas disfrutaron de este espectáculo.

La majestuosa interpretación de los danzantes no cesa, el desarrollo de la historia avanza sin contratiempos, llega el momento en que la lucha por el territorio entre zapotecas y mixtecas desata una batalla campal. El resultado es un guerrero herido, se trata del príncipe mixteco Nucano.

La compasión y nobleza que caracterizaba a la bella princesa Danají, ordena llevarlo a sus dominios para curarlo y protegerlo. Este acto desencadena un gran amor entre ellos, motivo suficiente para realizar los tratados de paz entre los pueblo mixtecas y zapotecas.

Al pasar el tiempo, la buena relación se tensa y Danají es apresada y llevada por los mixtecas a Monte Albán como ofrenda de paz para que el rey zapoteco cumpliera con los tratados de paz, de lo contrario, sería sacrificada.

Días y noches transcurrieron en armonía entre los pueblos. Una noche cuando los guerreros mixtecos dormían, “Alma grande” intenta escapar, envía un mensaje a través de a una doncella para tomar Monte Albán, de inmediato y por sorpresa los guerreros zapotecas llegan y atacan a los mixtecas.

Todo parece indicar que Donají escaparía sin ningún problema, sin embargo, es descubierta por los guardianes mixtecas que llenos enojo se la llevan ante los débiles intentos de los suyos por impedirlo.

Donají es llevada a las márgenes del río Atoyac donde cortan de un solo tajo su cabeza. Su destino descifrado por un sacerdote al momento de nacer se habría cumplido, con su vida salvó a su pueblo.

El tiempo transcurrió, se dice que un pastor al cuidar su ganado en las orillas del rio Atoyac, observó un hermoso lirio y conforme pasaban los días, crecía y mantenía su brillo. 15 días después ocurrió lo mismo, como si un misterioso poder lo conservara.

Nadie sabe si es mito o leyenda, se dice que la planta enraizó en la cabeza de Danají.

Datos históricos afirman que sus restos están depositados en el antiguo convento de Cuilápam de Guerrero, junto a los de su amado. Al final mixtecas y zapotecas fueron pueblo hermanos.

Desde 1928 la cabeza decapitada de Donají y el lirio, son el emblema y escudo oficial del Honorable Ayuntamiento de la Ciudad de Oaxaca de Juárez.

Carina García