¿Cuál es la prioridad: armas o alimentos para el pueblo?: Rubén Mújica Vélez

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Parafraseando un viejo adagio: “al que ahorcan en viernes, mal termina la semana”. Puede adjudicarse directamente a Felipe Calderón. Dos noticias, provenientes del mismo centro del  poder financiero, el Banco Mundial corroboran su vigencia. El BM asestó el conocido “uno-dos” de la técnica boxística. Dos noticias que dejan fuera de combate a cualquiera menos a Calderón “El Dr. Pangloss”- el hombre que siempre vivió en el mejor de los mundos posibles- Calderón. Contumaz, mantiene su optimismo y la ruta que ha puesto a México en el precipicio: la guerra, combate, lucha o cómo se le ocurra llamarla, contra la narcoviolencia. La otra la “guerra” que calla y que ahora abandonó la zona del silencio y estruendosamente ametralla al pueblo es la carestía y el hambre.

 

México militarizado. El Banco Mundial dio a conocer cifras irrebatibles que revelan a México como un país incurso por Calderón, en un proceso de militarización que arrincona a los rubros socialmente primordiales de la salud y la educación. El escalamiento de estos gastos militares, es innegable. Cuestión que los diputados y senadores, entretenidos en asuntos de poca monta, no contemplan en sus agendas legislativas. Así, la desviación de recursos para la “guerra a la narcoviolencia” ha derivado en otra situación crítica: en México la pobreza entre 2006 y 2008 se elevó en casi 5% adicional, al pasar del 42.6 al 47.4 de la población: poco más de 5 millones de mexicanos más sumidos en el desempleo y la pobreza. Esto desplazó a México a la posición 14 entre las economías del mundo. Brasil, en que “Lula” en 8 años apoyó con eficiencia el crecimiento capitalista de su país, está colocado en la posición 8. En 40 años la posición de ambos países se invirtió: Brasil creció, mientras México se achicó dramáticamente. Esto explica la inquina feroz de Calderón contra “Lula” como si su ineptitud se remediara con rabietas infantiles.

Obvio, esos 40 años a los que aludimos en que se invirtieron los lugares de ambos países, no es producto de la irracionalidad de Calderón y sus secretarios de “kindergarten” Revelan la saga del priísmo agónico, salinista sobretodo y de un panismo-yunqueto, incapaz y contrario a enderezar el rumbo del barco. Demostró que los panistas llegaron solo para ¡hacer lo mismo!, que sus enemigos acérrimos, los priístas, que ahora con carácter de “socialdemócratas”, pretenden volver, como el tango: “con la frente marchita y las sienes plateadas”…en las cuentas bancarias.

México hambriento. El mismo Banco Mundial asestó el segundo “oppercout” a Calderón. La noticia no puede ser más contundente: “en México el precio del maíz aumentó más que en el resto del mundo”. ¡Zacarrácalas! En otras palabras, el Banco Mundial, ratifica nuestras observaciones reiteradas en este medio, sobre el grave problema de la suma de efectos de una pareja letal: la carestía de los alimentos, el desempleo y la emergencia de su vástago legítimo: el hambre. Remató el Banco Mundial:

“El aumento en el precio de los granos básicos ya llevó a la pobreza a 44 millones de personas y otras 10 millones están en riego de correr la misma suerte”.

Zoellick, el presidente del Banco Mundial añadió:

“La mayor amenaza para los pobres del mundo son los altos y volátiles precios de los alimentos” Además recordó:

“la Revolución en Túnez-que provocó la caída de un presidente que se había mantenido más de tres décadas en el poder, comenzó con la inmolación de un vendedor de frutas acosado por las autoridades”

¿Entenderá el mensaje Calderón o seguirá feliz en Calderolandia? Esa voz agorera no proviene de un comunista o radical de izquierda. Es la voz de una de las Instituciones Financieras que han impuesto la globalización y el neoliberalismo en el mundo. Estas revelaciones de la preocupación de los magnates mundiales, impone una serie de reflexiones.

-La carestía de los alimento en México se ha disparado. En Oaxaca se ha desbocado al grado que en la capital y el resto de la entidad, miles de ciudadanos han reducido su consumo diario de alimentos. Esta es una situación grave que las autoridades deben confrontar antes que extraviarse en declaraciones optimistas.

-Al paso que van las cosas, se avizora la necesidad de declarar prioritaria-lo que significa prioritaria-la producción, comercialización y venta de alimentos básicos. Hay que generar una Ley de Emergencia Alimentaria Nacional.

-Las autoridades de todos los niveles deben prever la necesidad de llegar incluso a decomisar por razones de utilidad pública, los volúmenes de alimentos básicos en manos de acaparadores. El  consumo de los mexicanos debe ser primero.

Finalmente recordemos dos hechos históricos: las revueltas y revoluciones en el país coinciden con períodos de escasez y agio con los alimentos básicos, principalmente el maíz. La entrada al DF de Carranza, triunfante el pueblo sobre el “Chacal” Huerta, iba a suscitarse entre las protestas populares más agresivas: no había maíz en el mercado. Obregón, con olfato de felino, decomisó los alimentos almacenados por acaparadores y entregó grandes volúmenes al pueblo. La entrada de Carraza fue triunfal.

¿Aprenderemos algo de la historia nacional o seguiremos creyendo que en Oaxaca no pasa nada?

 rubenmv99@yahoo.com