Cien días y muchas palabras: Porfirio Chagoya Villanueva

Print Friendly, PDF & Email

Por fin se cumplieron los primero 100 días del “Gobierno del Cambio”, pero de no ser por dos dependencias, tal cambio no se ha visto ni sentido en Oaxaca; la realidad de este nuevo gobierno es la falta de voluntad política, falta de interlocutores y una pasividad total por parte de la mayoría de los funcionarios de primer nivel.

 

Se ve tan cerca, pero a la vez tan lejano el inicio escabroso de una nueva administración estatal. En un inicio, una Ley Orgánica del Poder Ejecutivo injusta para el 90% de los oaxaqueños, después un gabinete lleno de intitulados e ilegales funcionarios, uno que otro fraudulento intitulado queriendo presentar papeles falsos, algún secretario cleptómano; problemas con el magisterio, nexos de funcionarios con el crimen organizado y por ultimo decisiones unilaterales por parte de la hoy secretaria particular del gobernador controlando toda la actividad gubernamental.

 

¿Entonces qué balance puede dar la ciudadanía de este gobierno?, el desencanto empieza a apoderarse de los oaxaqueños, la realidad de los que buscaron el poder por el poder hoy se hace presente, la falta de programas gubernamentales y operación política cada vez se hace más tangible, estamos viviendo en un Oaxaca que se quedó estancado un 1 de Diciembre de 2010. ¿Y los plazos incumplidos para que presentaran los títulos profesionales?, ¿dónde quedaron los cambios que prometió hacer el Gobernador a quienes no cumplieran la nueva ley del ejecutivo?, ¿cuándo veremos la transparencias tan prometida?, ¿cuál es la “paz y progreso” ofrecidos?

 

Es una lástima, el pueblo oaxaqueño se merece más que eso, este fin de semana tuve la oportunidad de platicar con dos grandes amigos, ambos pequeños comerciantes de la industria culinaria, y los dos coincidían en pensamientos, me decían: “las ventas han estado muy mal”, “en Oaxaca no hay dinero”, “la gente no tiene que gastar”, “es necesaria ya la liberación de recursos por parte del gobierno”, “me arrepiento de haber apoyado a Gabino”. Lo interesante del caso es que platique con ellos en momentos diferentes y lugares diferentes, por lo que no hubo posibilidad que se pusieran de acuerdo en sus respuestas. Y es que el gobierno no se ha dado cuenta que la mayor parte de la economía del Estado gira a través de la obra pública, los programas sociales, los sueldos de los burócratas y la poca inversión privada que se pueda establecer en el Estado, pero con sueldos tan bajos como los que el magnífico gobierno de Cué está dando, sin inversión a la obra pública municipal, sin programas sociales y mucho menos estímulos a la inversión en Oaxaca, la economía social cada vez es más raquítica y la gente debe de luchar el doble para intentar seguir manteniendo sus negocios.

 

Al parecer todos los comentarios malos que le hacían a este nuevo gobierno eran ciertos, los señores aun siguen en campaña, no se han dado cuenta que esos tiempo ya acabaron y que todo lo que hagan bueno o malo, afecta directa o indirectamente a un poco mas de 3.5 millones de habitantes, que la ciudadanía lo que necesita es respuestas a sus demandas y no mas promesas. Se requiere a un gobierno fuerte, dispuesto a ayudar a sus ciudadanos, con acciones firmes, con programas sólidos, pero lo único que encontramos es inexperiencia e incapacidad para gobernar.

 

A Gabino le esperan momentos muy difíciles, ya es tiempo que ponga toda la maquinaria gubernamental en acción y deje de jugar al candidato ciudadano, ya no son tiempos de rencores, ni venganzas; es momento para el trabajo plural, sensible, se requiere de una administración estatal realmente nueva y coherente con lo que alguna vez comprometió. Si seguimos así, las movilizaciones, los bloqueos carreteros y los movimientos sociales se hará sentir una vez más, pero en esta ocasión será con razón y argumentos de sobra, la necesidad de decirle al gobernante “ahora cumple lo que me prometiste” y en ese momento si el gobernador Cué no tiene respuestas reales, no dudemos que podamos vivir un escenario peor al 2006.

 

Ya es tiempo que la oposición juegue su papel y obligue a este gobierno sin visión a hacer las cosas mínimamente bien, que busquen los mecanismos de beneficio para los oaxaqueños, la necesidad de buscar un buen avance y futuro para este Oaxaca que lo requiere.

 

A 100 días de Gobierno, en Oaxaca no sucede nada, la “PAZ Y PROGRESO” tan prometidos han quedado como un sueño maravilloso del que hoy nos toca despertar. Que difíciles vendrán la elecciones del próximo año, si seguimos como vamos en 2012 no habrá ganadores reales, pero si un gran perdedor, el pueblo oaxaqueño.