El teatro Macedonio Alcalá, lucio pletórico, lleno, donde se llevó a cabo la sesión solemne del ayuntamiento de la ciudad de Oaxaca, para festejar los primeros 579 años de haber sido elevada al rango de ciudad, ante la presencia del edil capitalino, regidores, el gobernador del estado y el rector de la Universidad Autónoma Benito Juárez.
Los festejos iniciaron desde las 6:00 horas con el repique de campanas del Centro Histórico, a las 7:00, las mañanitas en pleno zócalo de la ciudad, que a pesar de los manifestantes ahí presentes no deslució el evento, minutos luego ser sirvieron los tradicionales tamales y el atole caliente, más de uno repitió el servicio.
Fue a las 10:00 horas que el edil, Luis Ugartechea Bugué, inauguró una exposición de fotos alusivas a la época colonial de la ciudad, muchas de esas calles ya cambiaron su fisonomía, como parte de la llegada de la modernidad.
A las 11:00 horas el teatro más conocido de la entidad, fue el escenario para celebrar la sesión solemne, donde el locutor Manuel Humberto Siordia Mata, fue reconocido como ciudadano distinguido y Medalla Donají, por haberse en servir a la colectividad.
Asimismo fue galardonada como Ciudadana de Antequera Luz María González Esperón, galardón que se otorga a la persona de la ciudad que se distinguida en su trabajo o profesión y cuya actividad haya resultado en beneficio de la sociedad o de la propia municipalidad.
También Enrique Luis Audiffred Bustamante fue reconocido como Ciudadano de Antequera, por su labor de investigación comunitaria que ha logrado despertar conciencias críticas, así como un interés por el teatro llamado de masas primero y ahora Teatro Indígena.
Por otro lado Casilda Flores Morales, fue reconocida como Oaxaqueña inolvidable, también conocida como una “Leyenda Urbana”, a quien se le debe el rescate de la gastronomía oaxaqueña con aguas y sabores que internacionalizó como la horchata, bebida de 100 años de existencia.
Por último el ayuntamiento otorgó un diploma al Merito a la UNAM, por su aportación a la ciudad, mismo que lo recibió el propio rector José Narro Robles, al mismo tiempo que se firmó un convenio de colaboración entre el ayuntamiento de la ciudad de Oaxaca y la UNAM, donde el gobernador del estado fue testigo de honor.
