Carta a Rosy Ramales

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rosyEstimada Rosy Ramales:

Comunicar en cualquier medio de información representa en todo momento un ejercicio de enorme responsabilidad, por lo que debe hacerse, como usted sabe, con la certeza de la veracidad de lo que se escribe o dice, no bajo supuestos ni especulaciones. De no hacerlo así, se trata entonces de una falta de profesionalismo y nula ética periodística que parece traducirse en difamaciones, calumnias e injurias, a las que me niego a pensar, pueda usted obedecer.

Nos conocemos hace tiempo Rosy, siempre he respetado su trabajo y la he seguido en sus distintos ámbitos, el político y el periodístico principalmente. Por eso me extraña no sólo el título de su pasada columna, sino el contenido poco serio que se atreve a difundir: una hoja en blanco con nombres y teléfonos, mismos a los que cualquiera que conozca el directorio del municipio de Xoxocotlán puede tener acceso y en donde recrea toda una historia de complot.

Entiendo que su vínculo laboral y de amistad, aunque no oficial en la Delegación de Economía en cuya titularidad hasta hace pocos meses, ocupó Beatriz Rodríguez, tenga relación con sus desafortunados comentarios. Quizá (formulando una narrativa tampoco confirmada) el afecto particular mostrado en cada columna previo al proceso electoral y deseos de triunfo de nuestra amiga en común, como también una servidora compartió, nubla su objetividad; por lo que aprovecho el espacio para aclararle lo siguiente:

Primero. El quehacer político que represento en el municipio lo hemos desempeñado de forma responsable desde el inicio de la administración. Por otro lado, mi carácter de Delegada Nacional de la Red de Jóvenes en dos Estados, propició no sólo que caminara y recorriera con cada uno de los y las candidatas de los once distritos en Oaxaca, sino también de ocho más en la vecina entidad de Veracruz. Espacio en el que procuramos dejar constancia de nuestra convicción y entusiasmo por el Partido Revolucionario Institucional. Situación que me impidió acompañar durante todo el proceso como así lo hubiera deseado, a nuestra amiga, para cumplir con la encomienda otorgada por el Comité Ejecutivo Nacional.

Segundo. Hablo por mí. No soy una traidora al PRI ni responsable de la pérdida electoral en el Distrito 08. Usted me señala porque así se lo dictan. Los fracasos electorales deben provocar la evaluación objetiva del proceso. No justificarse en traiciones, buscando culpables en personas como en mi caso particular, ni fuimos operadores electorales en la campaña ni mucho menos manejamos recursos. Situación que puede constatarle la misma ex candidata.

Tercero. Su fuente de información y la imagen que utiliza es comparable como si nos hicieran llegar una hoja en blanco con una lista en donde su nombre y teléfono aparecieran como beneficiaria de recursos millonarios de gobierno del Estado adjudicando un monto estratosférico ¿La publicaría? ¿Tendría veracidad? ¿La condenaríamos y señalaríamos? Decir que es mercenaria de la pluma por ese documento sería un exceso, como lo son los señalamientos sin sustento de los que me acusa. Una pregunta más: ¿Cuál es el interés o a quién obedece adjudicarme los resultados del proceso electoral en el Distrito? Le dejo las respuestas.

Finalmente, atendiendo a su mención insistente en  que callar es otorgar, y en donde por cierto, confunde mi segundo apellido “Ruiz” por “Jiménez”, decidí redactarle las presentes líneas con el ánimo de reparar en lo que quizá sea un daño irreversible para quien desea, con trabajo y esfuerzo, ser partícipe de una nueva historia en la política oaxaqueña a través de un movimiento juvenil que toma fuerza y que quienes no desean procesos de democracia interna pretenden apagar.

Con el afecto de siempre:

 

Lic. Diana Luz Vázquez Ruiz

Síndica Procuradora de Santa Cruz Xoxocotlán