Brasil pierde encanto; México luce atractivo

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La estabilidad que brinda México ha aumentado y terminó por atraer a los inversionistas que hasta hace meses apostaban por Brasil.

 

La Bolsa de Sao Paulo tiene tres veces la capitalización de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), pero este año los flujos hacia el mercado local han subido, para casi borrar la brecha que los separaba, según datos de EPFR Global.

Brasil, que hasta hace poco era el preferido de los mercados emergentes, comienza a verse afectado por factores como la desaceleración económica y los controles a los flujos financieros; además de los fuertes vínculos comerciales que tiene con la golpeada Europa y la debilitada China.

La semana pasada se registró una fuerte salida de capitales de los mercados emergentes ante la incertidumbre de Grecia y su posición en la zona euro. La Bolsa de Brasil sufrió una salida de dinero de los fondos de inversión 10 veces mayor a la mexicana, mostró EPFR.

En ese periodo, el índice Bovespa acumuló una caída de 8.30%, mientras que el IPC de la BMV lo hizo en 5.18 por ciento.

Además, el Bovespa se desplomó este mes 11.6% y tocó su peor nivel en seis meses.

A medida que crecen los temores por la crisis en la zona euro, México empezó a brillar por su calma pero constante expansión económica, las menores regulaciones de sus mercados y una mayor resistencia a los vaivenes externos.

La gradual mejoría en la economía de su principal socio comercial, Estados Unidos, es un factor clave.

El dinero extranjero como proporción de la capitalización total en la Bolsa mexicana es de 32 por ciento. En Brasil no existen datos comparables con los de México, pero las compras y ventas de acciones de inversionistas externos representan este año 40% del total.

Los flujos extranjeros al mercado accionario mexicano sumaron en el primer trimestre 1,952 millones de dólares, de acuerdo con cifras del Banco de México, los mayores desde el tercer trimestre del 2009.

Hemos estado poniendo más dinero a trabajar en México a expensas de Brasil”, dijo Ed Kuczma, analista para los fondos de acciones de mercados emergentes de Van Eck, que tienen unos 275 millones de dólares en activos.

Los inversionistas están empezando a ver un ambiente macroeconómico más favorable en México y uno más desafiante para Brasil”, sostuvo.

MÉXICO, MEJORES CONDICIONES

Después de una impresionante expansión de 7.5% en el 2010, Brasil bajó la velocidad y creció 2.7% el año pasado, menos de la mitad del ritmo de Perú, Colombia o Chile.

Se espera que el país sudamericano crezca 3.3% en el 2012 y el gobierno está anunciando incentivos al consumo.

Se prevé que México se expanda entre 3.25 y 4.25%, según pronósticos del banco central, gracias a una mayor demanda de manufacturas de Estados Unidos.

México tiene finanzas públicas sanas y reservas internacionales rondando niveles récord que le ayudarían a amortiguar un eventual impacto del exterior.

Además, nuevas medidas del gobierno de Dilma Rousseff pesan en Brasil, como el aumento y ampliación de un impuesto a las transacciones financieras de extranjeros desde el año pasado para frenar el ímpetu del real, que estaba restando competitividad a su industria.

PESO, ESTABLE

El peso finalizó sin cambios frente al dólar en una jornada errática ante la incertidumbre sobre el futuro de la zona euro y un día después de la intervención de la Comisión de Cambios para detener su depreciación.

Así, el tipo de cambio spot cerró en 14.0350 pesos por dólar; de acuerdo con el Banxico, durante la jornada el peso ganó hasta 0.42% al cotizar en un máximo de 13.9760 unidades por dólar, mientras que el mínimo intradía fue de 14.07 pesos.

A pesar de un rebote técnico en la mayoría de los mercados accionarios globales, no pudo mantener las ganancias de la jornada, afectado por las crecientes expectativas de que Grecia abandone la zona euro.

En un reporte, Invex comentó que de continuar con el escenario internacional de turbulencias, el Banco de México podría inyectar más dólares en el mercado.

Asimismo, indica que para no presentar pérdidas mayores, el tipo de cambio deberá respetar la barrera de las 14.08 unidades por dólar. En caso contrario, el peso podría dispararse hasta las 14.32 unidades.

Agencias