Atentado suicida deja 60 muertos en Afganistán

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24-afganistanAfganistán continúa este lunes el recuento de los muertos en el ataque suicida perpetrado ayer en un partido de voleibol en el que murieron 60 personas, una matanza de la que los servicios secretos afganos (NDS) responsabilizan a la red Haqqani.

Ningún grupo insurgente ha reclamado la autoría del ataque, algo inusual, ya que los numerosos ataques que sufre el país asiático suelen ser reivindicados por los talibanes, pero las autoridades acusaron a uno de estos grupos directamente.

“La red Haqqani se encuentra detrás del ataque suicida mortal que mató e hirió a un centenar de civiles”, publicó la NDS en su cuenta de twitter. Los servicios de inteligencia, en un comunicado posterior, responsabilizaron de ser los cerebros del atentado a dos importantes miembros de esta red, Qari Omari y el mulá Rahimulá, también conocido como mulá Kabir, quien reside en la zona de la matanza.

Ambos están a las órdenes del comandante insurgente Abdulá Bilal, considerado “gobernador en la sombra” en las zonas donde actúa la insurgencia en esta provincia, según la NDS.

El ataque fue cometido el domingo por un suicida, llamado Ismail, que hizo estallar las bombas que portaba en un recinto deportivo en el que se jugaba la final de un torneo de voleibol entre distritos en el área de Yahya Khel, en la provincia de Paktika, en el sureste afgano.

La facción Haqqani, adscrita a los talibanes afganos pero con cierta autonomía, controla amplias zonas del sureste de Afganistán mediante una estrategia de vasallaje tribal e ideológico, particularmente en las provincias de Paktia, Paktika y Khost, aunque algunos analistas creen que sus principales dirigentes tienen sus bases en las áreas tribales paquistaníes.

Estados Unidos incluyó en 2012 en su lista negra de organizaciones terroristas a este grupo, responsable de algunos de los ataques más mortíferos contra las tropas aliadas en Afganistán, y la NDS le acusa del otro atentado más sangriento cometido este año en el país asiático, también en Paktika, con 42 muertos.

Precisamente este lunes, dos soldados de la ISAF murieron en un ataque insurgente en el este del país, informó a Efe un portavoz de la Alianza Atlántica, lo que eleva el número de miembros de la OTAN fallecidos en lo que va de año en Afganistán a 69 soldados, 50 de ellos estadounidenses.

Mientras el Gobierno investiga el atentado, el número de víctimas mortales en el ataque de ayer se elevó hoy a 60, después de que varias personas fallecieran en los hospitales por la noche, dijo a Efe el gobernador adjunto de Paktika, Attaullah Fazli. Además, 66 personas continúan en centros hospitalarios, 54 de ellas en un centro militar en Kabul, adonde fueron trasladados la pasada noche, y 12 en Paktika, indicó en una rueda de prensa en la capital el jefe del Departamento de Sanidad del Ministerio de Defensa, Abdul Razaq Seyawash.

El funcionario afirmó que 12 heridos se encuentran en estado crítico y que se ha operado a 19 personas desde ayer. El ataque, uno de los peores que sufre el país asiático en meses, ha sido condenado por autoridades afganas y organismos internacionales, entre ellas la Misión de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA). “Este ataque indiscriminado en un área atestada de civiles demuestra el desprecio por las vidas de civiles”, afirmó hoy en un comunicado el representante especial adjunto de la ONU para Afganistán, Nicholas Haysom.

El presidente afgano, Ashraf Gani, calificó de “acto inhumano” e “injustificable en cualquier religión o cultura”. Horas antes del ataque, la Cámara baja del Parlamento afgano había aprobado por mayoría el acuerdo con Estados Unidos y la ONU, que prolonga la presencia de tropas de ese país en Afganistán hasta 2024.

La ISAF, cuyo intervención comenzó en 2001 tras la invasión que derrocó al régimen talibán, concluirá su misión en diciembre, pero la OTAN, EEUU y el Gobierno afgano han llegado a un acuerdo para mantener en Afganistán a unos 12.500 militares a partir de 2015, de ellos alrededor de 9.800 soldados estadounidenses.

Las Fuerzas Armadas afganas tomaron el mando de la lucha contra los insurgentes en junio pasado ante el fin de la misión de la ISAF en un clima de continúa violencia.

EFE