Apuntes sobre los nuevos jodidos: Francisco J. Sánchez

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columnaEl arranque de las pre-campañas electorales para cambiar el próximo año a 12 gobernadores en todo el país, entre ellos Oaxaca, demuestran un cambio profundo en los nuevos métodos de proselitismo, segmentos de población y coyunturas que deberán considerar políticos, especialistas y académicos para lograr el objetivo: ganar la elección.

Si es de suma importancia observar el comportamiento de los millones de personas con derecho a votar para planear una campaña electoral, lo es más diferenciar estrategias para retomar viejos temas con acciones innovadores como son la pobreza o encontrar las oportunidades en grupos de operadores -como los nuevos jodidos que podrían determinar el sentido de las votaciones.

En ese contexto, especialistas en política, deberán primero para diferenciar al clásico pobre del nuevo jodido; de las demandas y de la queja; de las decisiones urgentes de las importantes, en fin, asimilar la nueva realidad para entender donde ubicarán esa columna estratégica y en qué coyunturas desarrollaran las acciones.

A diferencia del clásico pobre, que carece de un ingreso suficiente para cubrir sus necesidades y registra algún rezago educativo, acceso a servicios de salud, seguridad social, vivienda y alimentación, el nuevo jodido estema lo resolvió desde que se convirtió en el especialista en “convertir lo fácil en difícil, por medio de lo inútil”.

De esta manera, el nuevo jodido es el ocioso por naturaleza, que no le gusta trabajar, que vive del erario público y que todavía se queja. Es experto en hacer cálculos de cómo logrará obtener su subsistencia y beneficios por medio del amigo de un amigo que “está bien parado” en el gobierno.

El nuevo jodido ya cobró sus dietas, sueldos, salarios, honorarios y prestaciones en el Congreso de la Unión o en viejos organismos como el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), por citar un ejemplo.

Se reincorpora a nuevos proyectos o a viejas complicidades. Tiene experiencia y conocimientos que le servirán a los nuevos prospectos de candidatos.

Y aunque no dominan ningún idioma, traduce con simpleza uno de sus principios, sin el menor recato o vergüenza: los intereses particulares son primero, incluso en contra del bien general.

Si no los conoce, lo puede encontrar en cualquier reunión o mitin político de cualquier partido. Lo identifica porque en un minuto puede expresar alegría, frustración y enojo, pero sabe que su papel es aguantar todo y a todos los que están en su contra porque personalmente “el jefe lo mando llamar”.

 

Especialista en análisis y estrategia política.

Twitter: @lacoyunturamx

Correo electrónico: franciscosanchezhernandez@yahoo.com.mx