AMLO Presidente: Los retos de sus primeros 100 días de gobierno: *Francisco Ángel Maldonado Martínez

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La llegada de Andrés Manuel López Obrador se consumó. En torno al nuevo Presidente de México hay muchas expectativas y el camino no será fácil. En los primeros cien días de su gobierno tendrá grandes desafíos: la crisis migrante y su postura frente a los Estados Unidos de América; defender su propuesta de reforma constitucional para integrar la Guardia Nacional en la que participarían la Policía Militar, la Policía Naval y la Policía Federal en labores de seguridad pública, así como la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y el proyecto de construir dos pistas en la base aérea de Santa Lucía.

La consultora Mitofsky señala que 45% de los mexicanos cree que AMLO dará resultados antes de un año de gobierno, un escenario complicado considerando que durante esta transición no ha escatimado en echar por la borda su bono de legitimidad respaldado en 30 millones de votos. Se ha comprobado el riesgo de anunciar acciones antes de asumir el poder: la cancelación del NAIM y la intención de reducir las comisiones bancarias. Con el primer anuncio provocó encono y división en la sociedad mexicana. Hasta hoy no hay una justificación técnica de que el proyecto de Santa Lucía sea viable, y en cambio existe la posibilidad de que la ruta jurídica mantenga vivo al NAIM en Texcoco, hasta que el nuevo gobierno no indemnice a las empresas que ya invirtieron en él.

El pasado 23 de noviembre también ocurrió una nueva crisis después de que en el Congreso de la Unión un legislador propuso que el gobierno administre las pensiones de los trabajadores; actualmente ese dinero se encuentra en administradoras de fondos para el retiro, de capital privado. Que el gobierno entrante las administre significa que ese dinero se puede usar para suministrar el gasto corriente. Ese mismo día se registró en la Bolsa Mexicana de Valores su peor caída en cuatro años.

En su toma de posesión realizada ayer en el Palacio Legislativo de San Lázaro, el presidente López Obrador continuó anticipando lo que nos espera con la denominada cuarta transformación de la vida pública de México. Acusó al régimen neoliberal de muchos de los males que aquejan a la nación. Por ello propuso desde los primeros minutos que portó la banda presidencial cambiar el modelo; no solo añadir remedios a los problemas públicos sino replantear la relación entre el Estado y la sociedad. En su intervención frente a Porfirio Muñoz Ledo, presidente de la Cámara de Diputados y con la presencia del presidente saliente, Enrique Peña Nieto, además de los diputados, senadores, ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y presidentes de otros países, AMLO enunció una serie de medidas que marcan un antes y un después para México.

Prometió que en tres años estará funcionando el NAIM en la base aérea militar de Santa Lucía, lo que siempre fue su proyecto alternativo al NAIM de Texcoco. Afirmó que la frontera norte del país se convertirá en la zona franca  más grande del mundo, en la que se reducirá el IVA del 16% al 8% mientras y se aumentará al doble el salario mínimo en esta región. Con ello, según el presidente, se convertirá a esta frontera en la última franja de contención de la migración nacional y proveniente de otros países. “Que la migración sea optativa, dijo, no obligatoria”. También dijo que se rehabilitarán las refinerías con las que cuenta el país y se construirá una en Dos Bocas, Paraíso, Tabasco para que México deje de importar gasolina.

Prometió que no habrá ninis y que a través de los talleres de artes y oficios se brindará capacitación para que tengan un mejor futuro. Se otorgarán 10 millones de becas para estudiantes de distintos niveles y se crearán cien universidades públicas. Además, la pensión a los adultos mayores aumentará al doble y será universal, mientras que a un millón de personas con discapacidad se les brindará una pensión similar. Ante el problema de la inseguridad se refirió a la importancia de combatir las causas y afirmó que diariamente a las seis de la mañana se reunirá con los generales a analizar el parte del día anterior. En este rubro, dividirá al país en 266 coordinaciones para que la Guardia Nacional sea desplegada.

Son algunos de los anuncios del primer día de gobierno de AMLO. Entre todos, hay uno que conviene tratar por separado por su gran trascendencia para nuestro estado. Y estoy convencido que ayer en el recinto legislativo, el Gobernador Alejandro Murat Hinojosa fue el mayor partidario de este anuncio del presidente López Obrador. Me refiero a la reactivación del corredor transístmico de Tehuantepec, sobre el que compartí la semana pasada algunos antecedentes. Con una nueva vía férrea que conecte los océanos Pacífico y Atlántico, y con un tren de contenedores de carga que lo recorra, además de la ampliación de los Puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos, Oaxaca se insertará en la nueva dinámica económica del gobierno que comienza. Se trata de un proyecto prioritario que no había sido retomado por ningún presidente desde el Porfiriato, o que al menos no había sido planteado con tanta seriedad como un eje de comercio que permita a los países asiáticos conectar en menor tiempo y a menor costo sus mercancías con la costa este de los Estados Unidos. Ayer López Obrador le dio carácter de estratégico a este proyecto durante su discurso.

Al nuevo presidente, más allá de las diferencias ideológicas y de programa consabidas, no podemos desearle más que mucho éxito, pues si le va bien a él le irá bien a México. Especialmente, el “Presidente del Sureste”, como bien lo definió nuestro Gobernador, sabe que tiene en los oaxaqueños a los mayores aliados para concretar los proyectos enunciados. Sobre todo, tiene en Alejandro Murat a un líder interesado en que el potencial del Istmo y de las demás regiones de Oaxaca sea aprovechado en la nueva etapa que se abre para nuestra República, sin otro objetivo que el desarrollo equitativo del país y la justicia social para quienes menos tienen.

En la nueva etapa que se inaugura estamos llamados a ser partícipes y no solo testigos. Nos sumamos con nuestro Gobernador: “Estamos listos para trabajar por el desarrollo y bienestar de las familias oaxaqueñas”.