Alianzas, chantaje de AMLO; quiere el partido

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No es la política de alianzas, tampoco un asunto de principios; lo que está en juego aquí es quién conduce desde la dirección al PRD y quién es el candidato a la Presidencia, y lo de las alianzas es un pretexto y lo saben perfectamente quienes en su momento las apoyaron y ahora las usan para chantajear”.

 

En entrevista con MILENIO, Jesús Ortega Martínez asegura que los calificativos de “traidor” no le preocupan, porque provienen de “fanáticos que no conceden nada” y sostiene que esos “fanáticos” padecen “una obstrucción de la mente que les impide la racionalidad”.

Para el dirigente perredista, el estandarte de su mandato fue el tema de las alianzas electorales, aunque, paradójicamente, también fue usado como el principal argumento para descalificar su gestión.

Sin embargo, asegura que no todo fueron sinsabores, pues también logró importantes reformas orgánicas “a contrapelo y siempre escalando, porque los fanáticos nunca colaboraron.”

Durante la conversación, reconoce que por la heterogeneidad que hay en el PRD, siempre está latente el riesgo de la ruptura; en esta ocasión es por la divergencia en la línea política y las alianzas electorales con el Partido Acción Nacional, pero más graves han sido episodios en la vida del partido como la salida de Porfirio Muñoz Ledo o el conflicto entre Cuauhtémoc Cárdenas y Leonel Godoy, cuando el líder fundador del perredismo renunció a todo cargo al interior del partido.

“Nos aliamos para derrotar a contrincantes y enemigos principales, en Guanajuato hicimos alianza con el PRI para derrotar al Yunque y nadie nos acusó de impúdicos, como tampoco acusaron a Cuauhtémoc Cárdenas o a Andrés Manuel, a quien se le reconocía pragmatismo e inteligencia, pero a ninguno se le decía impúdico”.

Lo que molesta, más allá de los calificativos que sus detractores han lanzado en su contra, asegura, “es la hipocresía para definir una posición, un día sí y otro día no y por otro lado que se utilice como chantaje para definir la presidencia del PRD y la candidatura a la presidencia de la República”.

Y revira: “hay una terrible hipocresía, y se hacen de la vista gorda, como Andrés Manuel en Oaxaca o en Sinaloa o Durango, pero no en el Estado de México, porque sabe de la trascendencia y el impacto político y en los hechos tiene una alianza con Peña Nieto porque combaten lo mismo”.

Al referirse al tema de una alianza para la elección presidencial en 2012 asegura que esa posibilidad no sólo es inexistente, además es “una barbaridad, un invento y una mentira insólita” de aquellos, como Andrés Manuel López Obrador, que buscan descalificar de manera frívola la política de alianzas del partido.

A unos días de concluir su mandato al frente de la dirigencia nacional perredista, el también jefe político de la hegemónica corriente Nueva Izquierda, rechaza la acusación de ser “comparsa del gobierno de derecha” e insiste en que son acuerdos tácticos que han dejado huella, como la percepción de que las alianzas son exitosas, mayores recursos en los estados donde se ha ganado y 48 municipios más gobernados bajos las siglas del PRD, entre 2007 y 2010.

“Las alianzas son exitosas y se pudo derrotar a los que pensaban que eran invencibles y que 2012 era ya sólo puro trámite, eso reditúa positivamente al PRD frente a la ciudadanía y al número de gobernados”.

En las derrotas de Zacatecas y Baja California Sur, admite, “se juntaron muchos factores de los cuales todos somos corresponsables, pero hay quienes van a apoyar campañas donde hay alianzas, se colocan en puestos de gobierno y después de apoyarlas las combaten sólo por chantaje”.

El próximo sábado dejará el cargo y asegura que en política no debe hacer planes a largo plazo, por lo que no define aún desde que posición trabajará. En el futuro inmediato se concentrará en las campañas que su partido enfrenta éste año como dirigente, “porque dejo de ser presidente, pero no militante”.

Milenio