Insurgentes del grupo islamista Al Shabaab, vinculado a Al Qaeda, han abatido este martes a al menos 31 personas, entre ellas seis diputados, en un ataque contra un hotel de Mogadiscio frecuentado por funcionarios del Gobierno, según ha informado el Ministerio del Interior somalí. que ha precisado que entre las víctimas también figuran cinco efectivos de seguridad gubernamentales.
El portavoz de Al Shabaab –que controla gran parte de Mogadiscio–, jeque Ali Mohamud Rage, indicó a la prensa en Mogadiscio que sus combatientes “llevaron a cabo la operación en el hotel Huna” y consiguieron matar a responsables gubernamentales y de la Inteligencia, así como a diputados y funcionarios civiles.
El hotel Muna se encuentra en una de las pocas zonas controladas por el Gobierno de Transición en la capital, entre el Palacio Presidencial y el océano Indico. Según ha explicado el ministro de Información, Abdirahman Osman, uno de los asaltantes ha sido capturado mientras que, según su departamento, otros dos se inmolaron.
“Algunos de los diputados tenían armas en sus habitaciones y se defendieron antes de las fuerzas de seguridad llegaran”, ha indicado un responsable de seguridad gubernamental que pidió el anonimato.
Este lunes, la Unión Africana había anunciado la llegada de cientos de nuevos efectivos para su misión de paz, AMISOM, en su mayoría ugandeses, con el que de ayudar al Gobierno en su lucha contra Al Shabaab. Hasta ahora, esta misión ha sido incapaz de hacer mucho más que vigilar en aeropuerto y el puerto y escoltar al presidente somalí, jeque Sharif Ahmed.
Los diputados somalíes, aparente objetivo del atentado de hoy, no se benefician de su protección. “Tenemos los mismos enemigos (…) y no sé por qué los diputados no tenemos la misma seguridad”, se ha lamentado el parlamentario pro-gubernamental Abdiladif Muse Sanyare, desde Nairobi, donde la mayoría de los diputados viven por su seguridad.
Según la citada fuente de seguridad, se calcula que más de 300 milicianos armados de Al Shabaab viven en el barrio que supuestamente controla el Gobierno. “Se disfrazan como civiles que gestionan sus pequeños negocios y trabajan en distintos restaurantes y tiendas”, dijo.
Los insurgentes controlan grandes áreas del centro y el sur de Somalia y han atraído a un gran número de milicianos extranjeros para su causa. Más de 21.000 somalíes han muerto en las insurgencia y otros 1,5 millones de han visto desplazados de sus hogares, mientras que medio millón ha buscado refugio en los países de la región.
Reuters
