Al final de la encomienda: Mtro. Alberto Alonso Criollo

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01-alberto-alonsoEn abril de 2011, recibí la encomienda de presidir el Órgano Electoral, compromiso que asumí con la plena convicción de que podía  contribuir al fortalecimiento de  la democracia de nuestro estado.

Esa tarea la inicie plenamente consciente de la dificultad que entrañaba coordinar los trabajos del órgano electoral en un contexto de alternancia, transicionista, de incremento de la participación política  y  de multiplicación de actores sociales movilizados en torno de sus reivindicaciones de inclusión en las grandes decisiones políticas.

 Han pasado tres años y medio.  Sinceramente creo que el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana logró buenos resultados en un escenario adverso en razón de su creciente  complejidad  y  poca disponibilidad  de  recursos económicos  y humanos.

 Las cifras no pueden ocultarse y este ciclo se cierra con logros significativos, visibles para quienes puedan analizar con objetividad los datos de resultados. Esos logros son compartidos con la ciudadanía oaxaqueña que en este proceso electoral le dio un voto de confianza al órgano y participó activa y pacíficamente en los procesos  electivos.

 Así, la participación ciudadana en estas elecciones intermedias alcanzó un nivel del  53% de participación en la elección de diputados y un 58.75% en la elección de concejales municipales. Resaltando que dicha participación no solo se reflejó en las urnas, sino en la disponibilidad las mujeres y hombre que participaron como funcionarios de casilla y observadores.

 En los  procesos de designación de autoridades  por Sistemas Normativos Internos, el mecanismo de mediación logró que se entregaran resultados históricos, de los 417 municipios, solo 12 no lograron construir los acuerdos necesarios para la renovación de sus autoridades.  405 comunidades  tuvieron a sus autoridades, una cifra no lograda en procesos ordinarios anteriores.

Sabemos que, lamentablemente persisten las divergencias acumuladas por años, en el devenir político y social de nuestro estado, pero aún así se lograron avances importantes. Tocará a este nuevo Consejo continuar con la edificación del andamiaje democrático que necesita nuestro estado.

 Ahora,  al finalizar el periodo de gestión, afirmo  que  democracia oaxaqueña, con sus altibajos,  está avanzando. Existe en nuestro estado la voluntad de muchos oaxaqueños de apoyar los procesos de institucionalización y de respeto al estado de derechos en donde hay reglas iguales para todos.

Esas reglas democrática pasan por el respeto de los derechos de todas y todos los ciudadanos en tanto personas y como parte de las comunidades que integran nuestro estado. En ese sentido,  nuestro desempeño institucional estuvo marcado por el permanente esfuerzo de armonizar los derechos ciudadanos con los derechos  de autodeterminación de las comunidades de nuestro estado.

En todo momento, nuestra actuación estuvo dirigida a promover  que todas las comunidades tuvieran autoridades legítimas  emanadas de la voluntad popular expresada en procesos electorales legales,   incluyentes y   democráticos.

Esa fue la guía de actuación   que  impidió que nuestra institución se convirtiera en juez y parte de la lucha por el poder político.  Esa fue la guía  que se convirtió en la brújula para orientar la nave en la tormentosa realidad política oaxaqueña.

Esa guía que fue nuestra mayor fortaleza; desafortunadamente también fue razón de la denostación y cuestionamiento por parte de  representantes de poderes fácticos que arrastrados por la inercias del pasado; no aceptan los vientos de cambio democrático que se tienen  que impulsar desde el órgano electoral.

Sé que quedan varios pendientes que habrá que abordar.  Además del permanente esfuerzo de consolidación institucional, tal vez el  mayor de ellos se refiere al tema de la construcción de ciudadanía que debe ser tarea central del Instituto y que por falta de recursos no ha sido abordado con la seriedad que su importancia amerita.

MI gratitud con la Ciudadanía oaxaqueña  que mostró su solidaridad con los compromisos de nuestra Institución.

Mi reconocimiento a los representantes  de gobierno que  mostraron pleno respeto a la función constitucional del Instituto  y que permitieron desde sus ámbitos de competencia, construir los escenarios para el mejor desempeño del Órgano electoral .

 Gracias a las y los consejeros con quienes compartí la experiencia del consenso y el disenso, para transitar en esa dinámica hacia decisiones íntegramente colegiadas.

 Mi total reconocimiento a las y los colaboradores del Órgano Electoral, gente comprometida con su trabajo y con su estado.

 Mi gratitud también a los medios de comunicación que estuvieron  vigilantes del desempeño institucional  y comunicaron con objetividad sobre sus actividades.

 Y la ciudadanía a quienes agradezco su participación  mostrada y a quiénes pido también, un voto de confianza para este nuevo Consejo, hombres y mujeres a quienes el INE les confía la tarea de conducir a esta Institución clave para el desarrollo democrático de nuestro estado y a quienes deseo mucho éxito.

 Se concluye la encomienda, pero el compromiso con el estado y su sistema democrático continúan.  Como ciudadanos se requiere de la  participación de todos  para la consolidación de una sociedad más  libre, próspera  y democrática.

Gracias

Mtro. Alberto Alonso Criollo