A un año: Mario Arturo Mendoza Flores

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Lo recuerdo perfectamente. El reloj marcaba cerca de las 9 de la mañana, cuando en la radio local se daba a conocer que una avioneta se había desplomado muy cerca del aeropuerto de Huatulco. La información comenzó a fluir a cuenta gotas. Que en él viajaban menores de edad y una mujer. Que no; que iban puros hombres en su mayoría presidentes municipales de filiación panista e incluso que en dicha avioneta viajaba el Diputado Javier Corral; situación que el mismo desmintió vía twitter. No pasaron muchos minutos cuando a mi celular entra una llamada de una persona estimada por mí, quien en una evidente crisis nerviosa me solicitaba mi apoyo -–en aquél entonces– como presidente de Convergencia, para poder trasladarse a Huatulco, pues no había encontrado vuelo para allá y que necesitaba un auto que lo llevara. Su desesperación era evidente, pues le habían informado que en la avioneta accidentada iba su gran amigo Guillermo Zavaleta Rojas. Era tal la impotencia de Filiberto Enríquez, que no reparaba en el tiempo y en la distancia que hay para trasladarse por carretera hacia la Costa e insistente me decía: “es que ya debo estar allá, ya debo estar allá”. Le pregunté dónde estaba y me respondió que en el aeropuerto, le pedí que me esperara, que me dirigía hacia el hangar para ver la forma de trasladarlo a Huatulco.

 

De inmediato le compartí la información al ese entonces Secretario General de Convergencia, mi amigo Víctor Hugo Alejo Torres, quien incrédulo me dijo: ¡No, no puede ser!, si apenas anoche hablé con él y me pidió que le acelerara con los recursos que estoy elaborando”. De inmediato tomó su celular y le habló al Diputado Benjamín Robles para preguntar si tenía conocimiento, la respuesta fue un sí y le compartió: por instrucciones del Gobernador electo, estamos viendo que se puedan trasladar vía área a Huatulco varias personas para colaborar en los trabajos de rescate. Ya para ese momento el rumor de que la avioneta del Diputado Memo Zavaleta se había caído era más insistente. Nos dirigimos al aeropuerto con la intención de que Filiberto pudiera abordar la avioneta que saldría hacia allá. Cuando arribamos al hangar varios militantes panistas y diversos amigos que Memo se había ganado dentro de la Coalición me preguntaban si era cierto lo que se difundía ya por diversos medios. Mi respuesta fue: esperemos que no y pedí hablar con el encargado de la torre de control, tan sólo para que me dijera que por razones de seguridad no podía proporcionarme ninguna información. Cuando busqué a Fili me dijeron que ya había abordado la avioneta junto con otras 11 personas más, eso nos tranquilizó, pues la verdad lo había percibido sumamente alterado. Quise comunicarme con él, pero su celular en mandaba al buzón, en señal de que iba volando.

 

Fue casi una hora y media después que pude contactar a Filiberto, quien con el dolor de un hombre que llega a estimar y a admirar profundamente a su amigo me decía: “Sí mi presi, se nos fue el gran Memo. Pero al menos ya estoy aquí para estar cerca de él y apoyar en todo lo que sea necesario”. Un sentimiento de profunda tristeza nos invadió a quienes estábamos en la oficina, pues de inmediato recordamos que con frecuencia y en son de broma le decíamos a Memo que él era el ala Convergente dentro del PAN, para que él con su chispa que siempre lo caracterizó nos reviraba: ¡No!, ustedes son el ala panista dentro de Convergencia, lo anterior como una muestra de la gran amistad y unidad que se fue construyendo en torno a la Coalición de 4 partidos. Quizá con la esperanza de que alguien nos dijera que no era cierto, logramos hablar con los apesumbrados Lorenzo Lavariega y Carlos Moreno, Presidente del blanquiazul, quienes consternados nos confirmaron los hechos. Un dolor que no podría explicar nos invadió a los presentes, sentimiento que con toda certeza será difícil de evitar.

 

A un año de que se nos adelantó en el camino hacia la vida eterna, es necesario recordar los ideales y los principios por los que Guillermo Zavaleta Rojas tanto lucho. La mejor manera de honrar su memoria será el trabajar como tantas veces lo hizo él: con determinación, con pasión, con entrega siempre en la búsqueda de un mejor estado. Aún recuerdo cuando en el mes de febrero del año 2010 reunidos los dirigentes estatales de los 4 partidos, así como los representantes de los nacionales en conocida sala de juntas de un hotel de la Ciudad de México, un tanto incomodo me levanté de la mesa, ante lo que consideraba una descortesía hacia mi partido. Ante tal situación se declaró un receso, lo cual aprovechó mi amigo Memo para tomarme del brazo y con tono enérgico me dijo: Siempre te he creído una persona de convicciones, no permitas que por lo menos que está en la mesa, se pierda el anhelo de miles de oaxaqueños. Lo que está de por medio es el progreso de Oaxaca, no de nuestros partidos. No me defraudes en la imagen que de ti tengo” y molesto se dio la vuelta. Su mirada lo decía todo, al igual que otras ocasiones lo expresara su sonrisa. Por la noche regresamos a la mesa de trabajo para salir ya de ahí con el convenio que daba vida a la Coalición. Por eso cuando se asevera que Memo Zavaleta fue un incansable promotor de la misma, el primero en sostener que así es, es su servidor.

 

A un año de su ausencia he querido hacerle este pequeño homenaje, así como expresar mi solidaridad con su esposa Keren, su hijo Nicolás, con sus padres don Chico y doña Perla, con sus hermanos Paco y Miguel. A un año el ejemplo, la responsabilidad y la amistad de Guillermo Zavaleta Rojas deben seguirnos motivando a trabajar por aquéllos ideales por los que siempre luchó en vida. Con el mayor de mis respetos.

 

Twitter: @Mario_Mendoza_F